Esta impresionante película pasará a la historia del cine como una “obra de culto”. Pues The Usual Suspects es un notable thriller que no sólo homenajea al célebre género negro USA, sino que evidencia a un cinéfilo detrás de la cámara: Bryan Singer. Este joven director, que ya triunfó en el Festival de Cine Independiente de Sundance ’93 con su ópera prima Public Access, ha realizado ahora su segundo largometraje con enorme precisión formal. Autor desde la adolescencia de numerosas películas en 8 mm (como Steven Spielberg) y fascinado por el Séptimo Arte, cursaría estudios especializados en Nueva York y en la famosa School of Cinema-Television de la Universidad del Sur de California.
Veamos cómo comenta su trabajo en este importante “film noir”: “Este género siempre ha estado ahí, y cuando una película tiene mucho éxito, inspira una nueva conciencia del género. Pero no se trata de que la gente haga sólo lo que se pone de moda; es una comodidad, los artistas se motivan unos a otros. De todos modos, no tiene nada que ver con Reservoir Dogs, ni siquiera de lejos. (…) Para que una interpretación resulte veraz, tiene que desarrollarse a partir de tres cosas: el lugar, el guión y el actor. Mi trabajo consiste en gobernar todo eso y asegurarse de que se hace. Es cuestión de equilibrar la libertad y la confianza, de dar la justa medida en la orientación”.
El espléndido guión original es del mismo Singer y de su colaborador Chris McQuarrie, antiguo detective privado. Aunque la acción contiene fuertes dosis de violencia, se evitan las gratuidades, o las concesiones tipo Tarantino, para beber más en el estilo de los grandes “clásicos” de los años 30-40. Al mismo tiempo, los autores profundizan en las dificultades de captar la realidad. Dejemos, otra vez, que hable Bryan Singer: “Como un montón de películas que me gustan, “Sospechosos habituales” trata en parte de la idea de la percepción, la idea de que las cosas no son siempre lo que parecen ser y del hecho de que los comportamientos de las personas no son siempre obvios. Comienza con un problema típico: luego se vuelve inusual. Se le hace una pregunta al espectador, y el fin de la película, es descubrir si hay una respuesta fundamental a esa pregunta. Cada personaje tiene una pieza del puzzle; cada uno cree saber algo, pero realmente nadie sabe nada. Me encanta la idea de que las cosas no sean siempre como parecen. El interrogatorio es el espejo del tema central del filme: el punto de vista de la percepción, la diferencia entre lo que se cree saber y la realidad. A lo largo del interrogatorio, las hipótesis de Kujan van a ser desmentidas. Y el público va poco a poco a descubrir la verdad”.
En esa posibilidad de participación del público aficionado en la intelección y co-creación del filme reside otro de los valores de esta singular obra cinematográfica, la cual además está narrada a través de “flash-backs” e incluso de inhabituales “flash-forwards”. Por eso, el realizador también manifestó: “He optado por la posibilidad de jugar un poco con esta convención de que el discurso no puede mentir y que indica siempre de manera sincera la forma en que se desarrolla la intriga. A menudo en el Cine, se sabe exactamente lo que va a pasar, y a dónde va a conducirnos la historia. Yo prefiero que el público tenga la ocasión de descubrir un elemento nuevo en cada secuencia y en cada plano”. Es obvio que cabe esperar otras obras mayores de este valioso cineasta estadounidense.
Firma: Redacció
Extras DVD:
- Audio: inglés, español
- Subtítulos: inglés, español
Relata las desventuras de un agente especial, David Kujan, que trabaja para el Servicio de Aduanas estadounidense, que encarcela a cinco sospechosos habituales con motivo de un incendio y una terrible matanza, acaecidos a bordo de un barco en el puerto de San Pedro (Los Ángeles). Durante el duro interrogatorio, se rememoran una serie de avatares y al final, tras un puzzle muy enrevesado de acciones criminales, será el espectador más que el policía quien descubra la verdad de los hechos.
