Solo para dos

Comedia sin mucha gracia pero buenas intenciones, a la que se le acaban las ideas tras el primer cuarto de hora. Plantea bien la situación, las vistas de la isla quedan muy apetecibles en pantalla y la trama, como el hotel, se va llenando de personajes secundarios (Mich y Jairo especialmente) cargados de munición para lograr el enredo cómico pretendido.

Sin embargo, una vez acabadas las presentaciones, el director ya no sabe qué hacer con su propio guión y deja que éste sea zarandeado de modo cansino y que se vaya enfangando más en el humor grueso y en los lugares comunes de los problemas sexuales de pareja. La fidelidad es imposible, por lo que a medio metraje ya no esperamos un happy-end; con lo cual se pierde interés por saber el final, a la vez que vamos comprobando que las maravillosas vistas de la isla de las primeras escenas son las únicas que tienen y no vamos a poder deleitarnos con más.

Ciertamente hay escenas graciosas y casi bien interpretadas (la de la antigua amiga de Valentina, por ejemplo) pero, sabiéndolo, las estiran tanto que se prolongan demasiado y acaban aburriendo.

Firma: Esther Rodríguez