La dedicatoria final a Jodorwski explica bastante el entramado, más concretamente mejunje, que resulta Sólo Dios perdona. El director de la interesante Drive, aunque algo sobrevalorada en algún sector, retorna con una historia en la que, según él, recoge mucho de los protagonistas de sus anteriores películas. Además, confiesa su voluntad de trasladar diversos arquetipos de la tragedia griega a su guión. Lo cierto es que el libreto introduce y maneja esas adaptaciones míticas con una torpeza y vulgaridad, seguramente, nunca vistas en las últimas décadas.
Esa torpeza y vulgaridad deriva, sobretodo, de la pretensión con la que trabaja Nicolas Winding. Su mezcla de artes marciales, ambientes y personajes sórdidos, estilizados con neones rojos y toques kitsch, y secuencias de cronología repetitiva, es un alarde de culturizar lo que, en realidad, es un pastiche de mentes enfermas y relaciones familiares desnaturalizadas, sin ningún interés dramático y con escasa profundidad narrativa.
Conseguir que Ryan Gosling y Kristin Scott Thomas parezcan ridículos y sobreactuados, respectivamente, es una proeza difícil, pues ambos son excelentes y versátiles actores. Winding lo ha conseguido.
Firma: Lourdes Domingo
Director: Nicolas Winding Refn
Guionistas: Nicolas Winding Refn
Intérpretes: Kristin Scott Thomas, Ryan Gosling, Vithaya Pansringarm, Yayaying Rhatha Phongam
Género: Drama
País: Francia
Fecha estreno: 31/10/2013
Lenguaje: Vulgar
Julian es un joven norteamericano vive en Bangkok organizando peleas en su club de lucha. Su hermano, que le acompaña en el negocio, es asesinado poco después de que viole y mate brutalmente a una joven prostituta. Entonces se traslada a la ciudad oriental la madre de ambos. Busca vengar la muerte de su hijo favorito, y para ello presionará a Julian.
Título original: Only God forgives
País: Francia
Duración: 90'
Fecha producción: 2013
Distribuidora: Vértigo Films
Color: Color