Estamos ante otra obra desmitificadora de James Ivory (Regreso a Howards End, Lo que queda del día), que pone en la picota la vida privada del gran artista malagueño. Como ayer hiciera con Thomas Jefferson, uno de los padres de la patria estadounidense, ahora le ha tocado el turno a Picasso. Está claro que la historia resulta implacable. Y el cine, como testimonio socio-histórico que asimismo es, saca a la luz pública (para bien y para mal) las figuras humanas contemporáneas. La responsabilidad no habrá que atribuirla al arte de las imágenes fílmicas, sino a aquellos que protagonizaron la Historia.
En este caso, Ivory se ha basado en la polémica biografía (Picasso: Creator and Destroyer), de Arianna Stassinopoulos Huffington, cuya mirada feminista se une al libro autobiográfico Vida con Picasso, precisamente escrito por Françoise Gilot, verdadera co-protagonista del filme y a través de la cual se cuenta la historia íntima del artista español. Para encarnar a éste se ha contado con un actor de excepción, habitual en la filmografía de James Ivory: el gran Anthony Hopkins, quien encarna a un Picasso que nos hace olvidar al cuarto de hora al actor para ver sólo al inmortal pintor, y de cuya mutación diría el mismo realizador: “Durante cuatro meses, Hopkins fue Picasso. Aun fuera del rodaje, gesticulaba como él, se vestía y reaccionaba como él”; mientras el propio actor comentaba: “No puedo enjuiciarle, era una completa paradoja. Pero he intentado interpretarlo como el ser humano que era. Todos los grandes artistas tienen un lado mezquino, pero así es como son. En cambio, me identifico con su inflexibilidad. Como actor, uno debe ser también bastante inflexible, muy duro, muy fuerte. Tuve que perder 14 kilos para el papel”.
Firma: Redacció
Director: James Ivory
Guionistas: Ruth Prawer Jhabvala
Intérpretes: Anthony Hopkins, Dennis Boutsikaris, Joss Ackland, Julianne Moore, Natascha McElhone
Género: Drama
País: EE.UU.
Fecha estreno: 12/12/1996
Lenguaje: Coloquial
Francia, años 40-60. Tras la Ocupación, Pablo Ruiz Picasso unió su vida con la pintora Françoise Gilot (que le daría dos hijos, Claude y Paloma), hasta que ésta le abandonaría y sería sustituida por su última mujer, Jacqueline Roque, que también le sobreviría y se transformaría en su viuda y administradora de la fortuna del artista, suicidándose en 1986, trece años después de la muerte de Picasso. Antes, pasaron de forma estable otras tres mujeres: la bailarina rusa Olga Koklova, con la que se casó por el rito ortodoxo en 1918, tendría su hijo Paulo y acabaría loca; la modelo suiza Marie-Thérèse Walter, con la que tuvo una hija; y la fotógrafa Dora Maar, quien ya había manifestado: “Después de Picasso, no hay nada; sólo queda encontrarse con Dios”.
Título original: Surviving Picasso
País: EE.UU.
Duración: 125'
Fecha producción: 1996
Distribuidora: -
Color: Color