Shirley: Visiones de una realidad

Análisis

Hopper es uno de los artistas del siglo XX más apreciado por los directores de cine y por los aficionados al Arte en general. Su pintura figurativa y sencilla se advierte peculiar y profundamente personal, aunque aparezca ocasionalmente vinculada a ese grupo de artistas americanos figurativos amante de desoladas vistas rurales y urbanas que ha venido en llamarse “American Scene”. Independientemente de esa adscripción, su fama proviene del efecto sutilmente devastador que causa en quienes miran sus obras. A pesar de la citada sencillez, de la luminosidad de sus cuadros (con una luz que, como dicen los expertos, “ilumina pero no calienta”), de la quietud de sus escenas y de los espacios cotidianos, Hopper crea, más que recrea, una atmósfera que imanta al espectador y le hace sentir una sensación cercana al vértigo. Cada uno de los solitarios y desdibujados personajes que habitan sus composiciones arrastra al observador a su propio abismo de pesada soledad y resulta inevitable no dejar volar la imaginación y, como si de un guión se tratase, preguntarse qué historias, sentimientos o biografías enteras hay detrás de cada uno de ellos.

Era cuestión de tiempo que algún valiente plasmase en celuloide las posibles vidas de dichos personajes. Si a esto añadimos que el propio Hopper era un apasionado del cine y que la influencia mutua entre su pintura y el Séptimo Arte ya ha sido advertida y estudiada desde hace décadas, no es de extrañar el estreno de Shirley.

El planteamiento es aparentemente sencillo. Gustav Deutsch y su equipo eligieron trece cuadros del pintor en los que apareciera una mujer (bastante habitual, por otra parte, ya que Hopper solía utilizar a su propia esposa como modelo) para que fueran los distintos escenarios en los que se desarrollase el drama su protagonista. El paso del tiempo, casi treinta años, vendría marcado por un prólogo antes de cada escena, en el que un corte radiofónico con noticias de actualidad ofreciera al espectador la ambientación espacio temporal que el estático cuadro no podía dar. Todo ello exigía un exhaustivo trabajo de dirección artística para recrear del modo más perfecto posible unos lienzos muy conocidos por los amantes de la pintura de Hopper, y el resultado es más que sobresaliente.

El film, sin embargo, dejando de lado la fascinación que produce la recreación de las pinturas, no funciona al carecer de consistencia argumental. En la mayoría de los casos no hay una relación que el espectador advierta entre los cuadros elegidos y la historia que se narra en ellos y la frialdad del personaje protagonista le impide empatizar con él y hacerle partícipe de verdad de sus dramas. Los personajes que ocasionalmente le rodean tampoco interactúan con ella restándole aún más humanidad, de modo que Shirley se acaba convirtiendo (tanto el film como el personaje) en un larguísimo monólogo dedicado en gran parte a disertar acerca del arte y la política, haciendo que se desvanezca ese halo de romántico misterio que tienen las figuras de Hopper.

De poco se le puede acusar a Deutsch. A fin de cuentas, él solo ha plasmado en el cine lo que tantas pinturas de Hopper le han sugerido y ha querido compartirlo con nosotros. Pero Hopper, por definición, nos transmite a cada uno sensaciones diferentes y las lecturas de Gustav Deutsch, legítimas e interesantes, pero excesivamente personales y cargadas de datos sociopolíticos, nos “roban”, por decirlo de alguna manera, ese momento de contemplación y misterio individual con el que nos enfrentamos a una pintura de Edward Hopper y en la que difícilmente reconoceremos a esta Shirley tan particular.

Firma: Esther Rodríguez

ficha técnica

Director: Gustav Deutsch

Guionistas: Gustav Deutsch

Intérpretes: Christoph Bach, Elfriede Irrall, Stephanie Cumming, Tom Hanslmaier

Género: Drama

País: Austria

Fecha estreno: 08/08/2014

Lenguaje: Coloquial

Público

+18 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

A lo largo de treinta años, y teniendo como escenario trece cuadros de Edward Hopper, asistimos a las reflexiones de Shirley, una actriz de teatro con profundas convicciones acerca del papel que el arte juega en la sociedad. Su compromiso a veces le ha dado problemas a la hora de conseguir trabajo y le ha enfrentado con algunos escritores o escenógrafos a los que admiraba.

Título original: Shirley: Visions of Reality

País: Austria

Duración: 90'

Fecha producción: 2013

Distribuidora: Karma Films

Color: Color

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