Sexo en Nueva York

Análisis

Desde que empezó a grabarse la película de Sexo en Nueva York, las revistas se hacían eco de la boda de Carrie con su idealizado Mr. Bigs, el ansiado embarazo de Charlotte, la infidelidad del marido de Miranda y la nueva vida de Samantha en Los Ángeles, a la vez que mostraban los modelitos de marca que la sobrevalorada Sarah Jessica Parker lucía. El argumento se sabía desde un principio, pero la película ha logrado desbancar al mismísimo Indiana Jones en Estados Unidos.
 
El fenómeno Sex and the city, título original de la serie, cuesta entenderlo. Muchos dicen que las aventuras del cuarteto protagonista reflejan el universo femenino, pero esta afirmación dista mucho de la realidad.
 
Por un lado, la visión femenina del sexo no es tan fría y carente de vínculos afectivos como enarbola la serie – esto es más propio de los hombres-, sino que siempre tiene un componente emotivo y sentimental, a pesar de que la mujer esté muy liberada. Otra cuestión, que no siempre se cumple en el mundo real, es esa adoración a los “manolos” y a los vestido de firma, al menos porque sólo una minoría tiene acceso a ellos.
 
Por otro lado, las mujeres son capaces de batallar en muchos frentes a la vez y no como Carrie y sus amigas que sólo saben pensar en ellas: su nuevos pares de zapatos y su último revolcón o plantón. Sin ir más lejos, la columna de la protagonista –que sirve de voz narradora- gira todo el rato alrededor de ella misma.
 
Entonces, ¿por qué atrae a las mujeres? Porque muestra una vida glamurosa sin dificultades de peso. Son mujeres independientes, bien valoradas profesionalmente, con un nivel adquisitivo alto y sin obligaciones y preocupaciones importantes como la familia, la enfermedad o la muerte. Su ritmo de vida no escatima en gastos y transcurre entre desfiles, fiestas exclusivas, tiendas de marca y exposiciones de arte. Y, cómo no, los vestidos y los zapatos que han convertido a Sarah Jessica Parker en un icono de la moda.
 
En la película, las protagonistas tienen cierta estabilidad emocional, después del ajetreado devenir amoroso y sexual catódico. Parece que en su cuarentena ya no quieren tener sexo libre de ataduras, que defendían a capa y espada, sino que buscan, inconscientemente, atarse a una persona que les quiera y respete (¿si no por qué la experimentada Carrie sólo ha suspirado por Mr. Big y se muere por casarse con él?).
 
Sin embargo, su sobrevalorado ego y su exaltado hedonismo les impiden ver más allá del satén de su vestido y perdonar o tener en cuenta los sentimientos del otro. Esto se traduce en tristeza para las protagonistas, porque las cosas no han salido como habían diseñado o como sus emociones exigían.
 
Curiosamente, la más conservadora de las cuatro, Charlotte, parece la única que está feliz. Casada desde hace tiempo con un hombre de gran corazón, pero poco atractivo y con el que tiene una niña adoptada, Charlotte al fin está embrazada, después de sus frustrados intentos en la serie.
 
El film desprende todo ese glamour y se aire cosmopolita neoyorkino que ha convertido la serie en un referente de la moda. Vemos sitios emblemáticos de Nueva York, preciosos vestidos de novia de Christian Lacroix, Oscar de la Renta, Christian Dior o Vivienne Westwood, o conjuntos de famosos diseñadores que le quedan como anillo al dedo a la estilizada Sarah Jessica Parker. Todo un Vogue en fotogramas.
 
Y por supuesto no falta el sexo, aunque en esta ocasión se ha rebajado en comparación con la serie y se ha dado mayor protagonismo a las bodas y embarazos para que la película guste al mayor público posible. Esto no significa que se insinúe el sexo sino que hay más de un par de escenas explícitas y vulgares, que chirrían con la clase y el buen gusto en el vestir de las protagonistas.
 
El final de la película parece decirnos que no importa tanto comer en el restaurante más chic de Nueva York o deslizarte por el asfalto con unos “manolos”, mientras estés con la persona a la que amas. ¿Se han tenido que grabar seis temporadas y una película repletas de hedonismo, culto al cuerpo, frivolidad y materialismo para llegar a esta conclusión?
 
Advertir que Sexo en Nueva York sólo lo entenderán las mujeres, aunque a algunas les parecerá un insulto hacia ellas por su exagerada adoración a la frivolidad. Y a los hombres les será soporífera. Cinematográficamente deja mucho que desear.

Firma: Montserrat Bros

Extras DVD:

  • Audio: inglés, castellano, catalán, euskera
  • Subítulos: castellano
  • Comentarios del director
  • Otros títulos

ficha técnica

Director: Michael Patrick King

Guionistas: Michael Patrick King

Intérpretes: Chris Noth, Cynthia Nixon, Jennifer Hudson, Kim Cattral, Kristin Davis, Sarah Jessica Parker

Género: -

País: EE.UU.

Fecha estreno: 20/06/2008

Lenguaje: Vulgar

Público

+18 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

La película de Sexo en Nueva York recoge las vidas de la escritora Carrie, la abogada Miranda, la galerista de arte Charlotte y las relaciones públicas Samantha cuatro años después del último capítulo de la serie, que emitió el canal HBO desde 1998 a 2004 y un canal digital en España. A lo largo de las dos horas y media de metraje se ven las bodas, los embarazos, las infidelidades, los amores y el sexo de estas “fashionistas” de la Gran Manzana.

Título original: Sex and the city

País: EE.UU.

Duración: 148'

Fecha producción: 2008

Distribuidora: -

Color: Color

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