Rey Gitano

Juanma Bajo Ulloa intenta volver a repetir el éxito de Airbag, copiando el estilo, la forma y los actores, pero pierde todo el encanto con esta burda comedia llamada Rey Gitano.

Al igual que la película de 1997, hace gala de un rico lenguaje visual, basado en una moderna narrativa: la cámara es extremadamente dinámica y expresiva, juega con la música y las acciones de los personajes, enlazando conceptos y contando más de una cosa en un único plano.

Repite la gran parte del reparto, Elejalde y Manquiña son lo mejor del film, veteranos con varios trabajos juntos aunque, en esta ocasión, menguados por un papel encasillado representando a las dos antiguas Españas. Los demás actores se limitan a cumplir su función. María León poniendo la parte exhibicionista y Arturo Valls atrayendo al público televisivo con un papel a su medida del cual no sale airoso.

Rey Gitano es una de tantas comedias españolas cutres, plagada de excesos, con un reinante pesimismo patriótico, del cual se abusa y hace que se disipe el poco humor presente. Ese humor se busca, lamentablemente, a través de bromas escatológicas y sexuales. Los gags, que apenas hay, se quedan a medio camino y no funcionan, la película llega a aburrir.

Otra españolada que, a pesar de ser mala a rabiar, funcionará porque sigue habiendo un público fiel que, al parecer, no se va a cansar.

Firma: Javier de la Llave