Basándose en la novela Le taubleaux amoureux, de Jaques Renoir, bisnieto del pintor, Gilles Bourdos escribe y dirige esta película en la que intenta plasmar, como en un lienzo, los últimos años del genial artista. Desconozco la obra literaria por lo que no puedo evaluar la adaptación ni culpar exclusivamente a Bourdos del resultado, pero lo cierto es que este film se queda muy lejos tanto de la biografía documental como del drama novelado.
Hay grandes aciertos en este Renoir, en especial cuando vemos las manos y los lienzos mientras el artista trabaja o la genial escena en la que con una cámara subjetiva nos hacemos idea de cómo veía el pintor los colores y las figuras entre el río y el bosque. Todos los elementos de la dirección artística son de gran riqueza, desde la banda sonora de Alexander Desplat al vestuario de Pascaline Chavanne. Esta última realiza un excelente trabajo. Su vestuario se aprecia muy meditado, usando los mismos tonos que el pintor empleaba en sus cuadros. Su paleta cromática se reconoce sobre todo en el naranja del traje de chaqueta que, en el inicio, viste la protagonista, en los blancos avainillados de las sábanas y sobre todo en el vestido “rojo renoir” que lleva la modelo en la escena del río.
Pero el guión quiere abarcar demasiado y acaba por perderse inoportunamente en los personajes principales. Los secundarios, de hecho, salen ganando. Las criadas que rodean a Renoir, el hijo menor, Coco, y sobre todo Jean, el que luego será un genial cineasta, cumplen bien su función y están perfectamente interpretados.
Caso diferente es el de Auguste y Andrée, la modelo, sobre los que recae el peso del film. Por decisión propia, o por inspiración de la novela, Bourdos decide que todo gire en torno a Andrée, un personaje muy complejo pero muy poco trabajado. Se presenta como una actriz y artista, rechazando la imagen de mujer de mala vida que venía asociada a esas profesiones, para luego pasar casi toda la película usando su desnudo como seducción, deambulando indolentemente por la finca sin hacer nada, destruyendo en una rabieta sin motivo aparente algunos platos pintados por Renoir o recurriendo al sexo salvaje, basto y depravado al no contar con el apoyo de Jean. La imagen que quizá quisiesen mostrar de mujer de principios de siglo, confusa ante los cambios sociales que su género estaba experimentando, se queda sólo en alguien desequilibrado, ambicioso y banal.
El problema con el protagonista surge por otro lado. Bien caracterizado e interpretado, ofrece escenas muy bellas al verle pintar (cuando el exhibicionismo al que Bourdos somete a Andrée nos deja) o al conocer su lucha para poder seguir trabajando, a pesar de la artrosis de sus miembros y del agudo dolor que le provocaba. Pero sus comentarios acerca del arte, la pintura, el color, la luz, la vida etc., aunque están bien documentados y son frases auténticas del pintor, están encajados a modo de sentencias de forma muy forzada. Esa torpeza pasa factura al personaje y le resta frescura y sinceridad al anciano pintor.
Menos mal que, como el propio Renoir decía, “el dolor”, (como el de una película fallida), “desaparece, pero la belleza continúa eternamente”.
Firma: Esther Rodríguez
Extras DVD:
Director: Gilles Bourdos
Guionistas: Gilles Bourdos
Intérpretes: Christa Theret, Michel Bouquet, Romane Bohringer, Thomas Doret, Vincent Rottiers
Género: Drama
País: Francia
Fecha estreno: 09/08/2013
Lenguaje: Coloquial
En 1915, durante la Primera Guerra Mundial, el pintor impresionista Auguste Renoir, ya anciano, vive retirado en su finca de la Costa Azul. Allí continúa pintando ajeno a los avatares de la guerra excepto por las noticias que recibe de sus hijos mayores.
La llegada de su hijo Jean, herido en combate, coincide con la de una nueva modelo contratada por el pintor. Su presencia mantendrá vivo el deseo de trabajar de Renoir, pero también provocará tensiones con el resto de habitantes de la casa.
Título original: Renoir
País: Francia
Duración: 111´
Fecha producción: 2012
Distribuidora: Golem distribución
Color: Color