Atendiendo a producciones recientes (y no tan recientes) como El cuarteto, Abuelos al poder, Tipos legales o Space Cowboys, creo que se hace necesario acuñar un nuevo género cinematográfico, uno que pudiera llamarse, por ejemplo, “comedia geriátrica”. Son propuestas que aseguran un éxito medio-bajo que, tal como está la industria, a muchas productoras les resulta suficiente.
La garantía de este éxito viene dada por lo que podríamos describir con un viejo refrán castellano, el de que “el que tuvo, retuvo” ya que sus ancianas estrellas son motivo suficiente para atraer público al cine y siempre es un placer verlas actuar (como en la película que nos ocupa, donde brillan especialmente Robert de Niro, Kevin Kline y Mary Steenburgen). Y también, y casi me parece más importante (es un punto a favor de estas películas) que el cine nos muestre a personas que no están ya en la flor de la vida pero no por eso deben ser apartadas, como ocurre muchas veces en nuestra sociedad.
Pero, en estos casos, el gran problema lo tienen los guionistas a la hora de crear una historia donde encaje la tercera edad sin caer en el melodrama y que resulte lo suficientemente atractiva para atraer al público joven. Y aquí es precisamente donde pincha Plan en Las Vegas. Tiene un comienzo prometedor, brillante incluso, con unos preciosos créditos iniciales y los primeros compases dedicados a presentarnos a los cuatro protagonistas (con mención especial a la breve pero sublime sesión de aquagym de Kevin Kline).
Pasadas estas escenas, con la llegada a Las Vegas, el guión cae en una sucesión de tópicos correspondientes a lo que el imaginario colectivo tiene asociado a dicha ciudad (juego, fiestas deshinibidas, lujo, licencia para el adulterio…) salpicado, en una dinámica muy torpe, con momentos emotivos o de reflexión positiva sobre los grandes temas de la vida (lealtad, fidelidad, el verdadero valor del matrimonio, saber apreciar las cosas pequeñas, etc.). Y esta difícil alternancia es lo que hace que la película caiga en algunos momentos, en lo único en lo que no puede caer, es decir, en el aburrimiento.
No obstante, el film deja buen sabor de boca, pues hay alguna sorpresa final en la resolución de los conflictos y son más los buenos momentos que los zafios. Pero por eso mismo, creo, da más pena aún su torpeza en el planteamiento.
Firma: Esther Rodríguez
Extras DVD:
Cuatro grandes amigos de la infancia viven ahora separados y llevando como pueden su ancianidad. Ante la noticia de que uno de ellos se va a casar, deciden reunirse en Las Vegas para hacerle una despedida de soltero. Allí, aparte de volver a verse y divertirse, intentarán solucionar sus problemas personales y también los que han surgido entre ellos.