Paterson

Jim Jarmusch (Mystery train, Flores rotas, Sólo los amantes sobreviven) es un cineasta independiente que siempre dirige sus argumentos. De vez en cuando hasta produce, edita y compone sus películas.

En Paterson, Jarmusch no se detiene en grandes acciones. Paterson (Adam Driver, Star Wars: episodio VII, Silence, Midnight special) es un chófer de autobús de línea en una ciudad llamada Paterson y le gusta leer y escribir poemas en un cuaderno. El amor del protagonista por su mujer, Laura (Golshifteh Farahani, Exodus, Encontrarás dragones, A propósito de Elly), es lo más bello que tiene en su vida.

El largometraje se estructura a través de la rutina de una semana: Paterson se despierta, besa a su mujer, desayuna, se marcha al trabajo, conduce, regresa, saca al perro, se toma una cerveza en el bar de un amigo. Aún así, cada día hay alguna aportación novedosa como los ingeniosos diálogos del autobús, una avería o ir al cine con Laura.

Jarmusch logra que lo ordinario se vuelva extraordinario a través de un guión muy bien elaborado que se detiene en la ternura, la bondad, el escuchar a los demás, compartir unos versos, proyectos o ilusiones. La película está llena de delicadeza que se transmite a través de los personajes y de su apuesta visual: planos sencillos pero cargados de sentido, belleza y guiños tanto dentro como fuera de la historia.

Las referencias que juegan continuamente dentro y fuera de la obra no son casuales: la vinculación de Adam Driver con el arte, pues tras tener que dejar la Marina estudió Bellas Artes; la fotografía dentro del filme del protagonista vestido de marine, que hace referencia a un pasado desconocido en la historia, aunque sí conocido en la vida del actor; el propio apellido del intérprete que alude a su profesión en el largometraje; Paterson funciona como el nombre del personaje y de la ciudad, y alude a la obra principal de un famoso poeta americano; entre otros.

El conductor y autor, a lo largo del filme, tendrá varios encuentros fugaces con otros artistas: la niña de diez años que redacta poemas, el rapero de la lavandería, el japonés que siente la misma pasión que él por la obra de un médico que vivió en Paterson, William Carlos Williams, aludiendo a que todos podemos ser poetas de las cosas más simples que tenemos alrededor.

Esta última producción de Jarmusch es un canto a la vida del día a día, una hermosa poesía que se detiene en las rutinas, en ese cuaderno en el que el protagonista escribe sobre las cosas más sencillas para transformarlas en reflexiones que llevan al amor y al arte. Sin necesidad de que ocurran grandes cosas, te cuenta lo más grande de la vida.

Firma: Elena Mira