Para qué sirve un oso

El director, Tomás Fernández, después de varios cortometrajes, series de televisión y alguna que otra incursión en el mundo de las bambalinas, estrenó en el 2007 su opera-prima, La Torre de Suso, con la que obtuvo dos candidaturas a los Premios Goya como Mejor Director Novel.

No hay duda que, al hacerse cargo del guión y la dirección de Para qué sirve un oso, huye de los simples panfletos sobre el medio ambiente, plasmando eso sí, los problemas con sentido del humor, como gran aliado para lograr una más fácil aceptación por parte del público. Es sólo una película, nada más ni nada menos que un cuento, pero es posible que después de verla, alguien decida comenzar a tirar los envases de plástico al contenedor amarillo. Y se dará por satisfecho.

La película es original tanto por su forma como por los personajes que la interpretan. La singular vivienda rústica, en un paraje de Asturias donde Álex intenta encontrar osos, es realmente atractiva. Una generosa cámara, con planos de gran belleza y una banda sonora muy lograda, son complementos positivos en esta historia de dos hombres que viven en otra galaxia ocupándose de temas que a nosotros nos pueden pasar inadvertidos, pero que para ellos son la verdadera motivación de su existencia.

Todo con mucho humor, pero con un trasfondo que, como mínimo, nos debe hacer pensar y recapacitar.

Firma: Joaquín Guitart