Nuestro último verano en Escocia

Andy Hamilton y Guy Jenkin son creadores, guionistas y directores de la comedia televisiva Outnumbered que emitió la BBC desde 2007 a 2014. Su argumento giraba en torno a un matrimonio y sus tres hijos, y mantenía un tono cómico con toques de drama. Algo parecido trasladan a su nuevo proyecto juntos; esta película que se llevó el Premio del Público en la Seminci 2014.

El guión mantiene un ritmo muy ágil gracias a cada uno de los conflictos que aportan, precisamente, cada uno de los personajes. Aunque están jerarquizados y algunos son más accidentales y caricaturescos, la combinación de sus tramas permite pasar de la comedia al drama sin que se pierda la verosimilitud del conjunto.

Las diferencias entre hermanos, cuñados, padres, los golpes que provocan las discusiones y mentiras de los adultos en los hijos o los diversos estándares de vida en lo material y en lo personal son algunos de los asuntos que se tratan. Quizá el perfil que está mejor retratado es de la herida abierta entre marido y mujer y la sangría, a veces silenciosa, que ocasiona en los más pequeños. En este sentido, la libreta de Lottie y la situación esquizofrénica que se retrata en ella es un buen acierto de guión; como lo es la resolución intermedia, más civilizada y menos egoísta, que presenta el film.

Nuestro último verano en Escocia (traducción poco pertinente del original “Lo que hicimos en nuestras vacaciones”) divierte sin alejarse de la realidad, aunque algunas de sus excentricidades y su humor negro puedan no ser del agrado de todo tipo de espectador. En su recorrido, quizá también flaquean un par de giros catárticos, demasiado rápidos, del final y algún aspecto políticamente correcto metido con algo más que calzador.

Eso sí, sus excelentes actores, del primero al último, así como la dirección y ambientación construyen una historia con personalidad, ligeramente histriónica, pero con voluntad de ser encantadora.

Firma: Lourdes Domingo