Los hermanos Coen (Barton Fink, Fargo, O Brother, entre muchos otros títulos) adaptan una novela de Cormac McCarthy, ganador de un premio Pulitzer para hacer un retrato peculiar pero interesante del sentido moral y de la irracionalidad de la violencia. Con una aire de western –por las localizaciones propias del clásico género y la fotografía (luminosa en los exteriores y oscura en los interiores), y sobre todo por el duelo, casi a tres, de los personajes, los hermanos Coen denuncian, a su modo, la ola de delincuencia que vive su país y las diversas actitudes éticas ante tal desastre.
Para hacerlo, estos autores con universo propio recurren a otro género, el thriller, para construir así una trama perfectamente desarrollada en la que el trabajo sobre el punto de vista es brillante. Precisamente, en el punto de vista es donde reside la clave moral de la historia.
Por un lado, un asesino desalmado y sin control obliga a que sus posibles víctimas se jueguen su vida a cara o cruz; metáfora de esa violencia también descontrolada que asola el mundo contemporáneo y pretende eludir toda responsabilidad. En este sentido, el diálogo entre Chigurh y Carla Jean que culmina con una misteriosa elipsis es magistral.
Por otro, un “pobre diablo”, Llewelyn sucumbe a la tentación de una vida mejor a cambio de perder parte de su dignidad, y se ve castigado por ello. En él queda reflejado el hombre medio, abandonado no sólo por su gobierno (en este caso un antiguo soldado que sobrevive económicamente casi de milagro) sino sin los suficientes recursos culturales y humanos para afrontar una decisión moral de gran calibre.
Finalmente, Ed, el sherriff, se convierte en el bastión de una moral que no cambia, pero que no impide a la persona sentirse perpleja e incluso impotente frente a la violencia descontrolada y sin sentido. Ese sentimiento conduce a Ed, junto a su próximo retiro profesional, hacia la soledad y el miedo al fracaso y a sentirse inútil; otros de los terrores que invaden al hombre contemporáneo.
Este juego a tres bandas, ágil en algunos momentos y con un tempo propio en otros, ofrece también alguna sorpresa poco convencional en el tratamiento de los personajes. También se juega con la idea de la frontera física MéxicoEE.UU. junto a la frontera entre el bien y el mal con tanta habilidad como esos precisos y económicos, al mismo tiempo que eficacísimos, diálogos, en los que los silencios cobran un papel importante.
En definitiva, se trata de una mirada cruda, pero no descarnada, interesante y un tanto alegórica de la sombra de irracionalidad que oscurece el comportamiento humano.
Firma: Redacción
Extras DVD:
Director: Ethan Coen, Joel Coen
Guionistas: Ethan Coen, Joel Coen
Intérpretes: Javier Bardem, Josh Brolin, Kelly Macdonald, Tommy Lee Jones, Woody Harrelson
Género: Drama
País: EE.UU.
Fecha estreno: 08/02/2008
Lenguaje: Coloquial
Un antiguo veterano de Vietnam, Llewelyn, y su mujer, Carla Jean, llevan una vida algo mísera en la zona fronteriza de Texas. Una noche, en el desierto, Llewelyn encuentra un grupo de cadáveres en medio de lo que parece una transacción de heroína que ha terminado en escabechina. Siguiendo el rastro, encuentra un maletín cargado de dinero, que se convierte en una gran tentación y en su perdición, pues Llewelyn será el objetivo no sólo del sheriff sino de un despiadado asesino, Chigurh, que está dispuesto a todo con tal de conseguir el botín.
Título original: No country for old men
País: EE.UU.
Duración: 122'
Fecha producción: 2007
Distribuidora: -
Color: Color