Tras diez gélidos días de rodaje en Noruega, (el mismo lugar donde se rodó la nevada parte de Star Wars) Isabel Coixet inauguró la Berlinale con Nadie quiere la noche, una historia de supervivencia basada en hechos y personajes reales.
Se trata de una historia dentro de la Historia, donde una lucida fotografía regala la magnificencia y belleza de los paisajes naturales; unas imágenes preciosas para un guión interesante al que le falta hondura argumental.
La historia cuenta que la mujer de Peary quiso compartir su glorioso triunfo en el momento del hallazgo de la ansiada meta. Josephine (Binoche) es una estirada burguesa empeñada en correr semejante aventura para encontrar a su querido esposo, pero descubrirá mucho más entre el frío y la nieve del Polo, gracias a la ayuda de la esquimal Allaka, muy bien interpretada por la japonesa Rinko Kikuchi, que ya trabajó para la directora catalana en Mapas de los sonidos de Tokyo.
Cabe nombrar la breve interpretación y casi irreconocible por los ropajes y la barba, del irlandés Gabriel Byrne en el papel de Bram, el explorador.
Al final, después de apreciar el ímpetu de la naturaleza y las condiciones límite durante la noche de seis meses del Ártico, nos encontramos ante la conmovedora evolución de dos mujeres y la amistad que comparten hasta el extremo.
Nadie quiere la noche es una película contemplativa, de ritmo lento, pero a la que le falta algo de tensión y drama. Aun así, ofrece una muestra de comprensión entre culturas y un relato de superación femenina lleno de humanidad.
Firma: Begoña Arribas
Director: Isabel Coixet
Guionistas: Miguel Barros
Intérpretes: -
Género: Drama
País: España
Fecha estreno: 27/11/2015
Lenguaje: Coloquial
Groenlandia, 1908. Josephine se dirige al Polo Norte en busca de su marido, el explorador Robert Peary. En el Ártico conoce a la esquimal Allaka, con quien compartirá mucho más que un viaje de extremas condiciones.
Título original: Nobody wants the night
País: España
Duración: 118'
Fecha producción: 2015
Distribuidora: Filmax
Color: Color