El director valenciano Vicente Villanueva comenzó su carrera con la realización de varios cortos hasta la presentación de su primer largometraje con el título de Lo contrario al amor. Nacida para ganar es, pues, su segunda película.
En ella, mezcla la comedia con el drama hasta llegar a un esbozo irónico de algunas de las situaciones de la vida originadas por los clásicos desaprensivos que acostumbran a jugar con las flaquezas humanas para conseguir sustanciosos beneficios. Pero, como de costumbre, para sus logros necesitan la colaboración de personas inocentes, ávidas de conseguir una mejor situación económica, estancadas en una existencia gris y con escasos recursos para vislumbrar un futuro mejor.
En una mezcla de cine de costumbres y de ámbito naif, la trama incluye apariciones especiales de “Las Supremas de Móstoles” en diversos planos de la cinta, como apoyo localista.
Por lo que atañe a los créditos interpretativos, merece ser destacada la labor de la protagonista Alexandra Jiménez en el papel de Encarna, interpretando a una joven sin futuro, a la que le abren un nuevo mundo con mejores perspectivas. Una actriz a tener en cuenta, aunque ya sabemos que ésta no es su primera película. Spanish movie y Promoción fantasma forman parte de su filmografía, después de darse a conocer en la serie televisiva Los Serrano.
Y finalmente hay que dejar constancia de la aparición estelar de Victoria Abril en un “rol” característico y caricaturesco al mismo tiempo que, sin añadir especiales méritos a su larga carrera cinematográfica, logra que sigamos la cinta con desenfado y cierto interés. Nacida para ganar, también sin añadir demasiada novedad a un tema ya reiterado en ocasiones anteriores, nos enfrenta de nuevo a una triste y repetida situación de la misma vida en la que cinismo y oportunidad, vestidos con oropeles o atractivas cintas de colores, sacan provecho de una pequeña parte de los humanos que, ansiosos de llegar a la cima, se enrolan en las falacias de falsos ídolos y entramados vericuetos.
Firma: Joaquín Guitart
Encarna (Alexandra Jiménez) vive en Móstoles, su ciudad natal, sin ninguna visión de futuro. Desde su adolescencia desempeña el mismo tipo de trabajo, sigue con idéntico y especial novio y las perspectivas no son demasiado halagüeñas.
El reencuentro con María Dolores (Cristina Castaño), una inseparable amiga de juventud en el instituto, supone para ella un cambio espectacular. Su vida da un vuelco. Le propone formar parte de un negocio revolucionario que la hará rica en muy poco espacio de tiempo y la convertirá en la persona que siempre soñó.
