Michael H. profesión: director

Su amigo Yves Montmayeur repasa a través de pedazos de su obra y de entrevistas a actores que han trabajado junto a él, la trayectoria de un hombre que firma sus películas con sangre, violencia y nula esperanza.

Tras su última gran Amour, la más benigna de todas, y guardando como heridas de guerra el visionado de Funny games o La cinta blanca, nos situamos ante un documental que confirma qué tipo de persona es capaz de captar la esencia del mal y transmitirla de forma tan simple y efectiva.

El Haneke que nos retrata Montmayeur es un obseso del control en el plató, rígido y duro con los actores, un tirano con su equipo. Lo confirman ellos mismos cuando hablando ante la cámara explican su experiencia y sus lágrimas durante los rodajes. El Haneke de Michael H. grita muy bien, sabe reír y ante todo se niega a responder a preguntas sobre su cine. No quiere analizarlo.

Es innegable su genio tras la cámara, pero ante ella aparece como un divo antipático que es incapaz de abrir la mano para hacernos entender cómo un ser humano como él es capaz de creer en la maldad del hombre con tanta fe y dedicar su vida a filmarla, sin más.

Un producto duro de ver por la elección de las más escabrosas escenas de la filmografía de Haneke, interesante como documento sobre uno de los genios actuales del cine, pero que aporta poco a lo que el espectador ya sabe de este director tras haber visto sus películas.

Firma: Anna Puigarnau