Los mercenarios

Sylvester Stallone buscaba recrear las películas de acción de los años ochenta y noventa, pero con los medios actuales y lo logró. El guión no ofrece nada nuevo y, en general, es muy predecible, aunque con algunos toques de humor que ayudan a dar una buena sensación.

Después del éxito de crítica y espectadores de las últimas películas de John Rambo y Rocky Balboa, Stallone se atrevió a unir a los héroes de las películas de acción de los últimos treinta años para que se volvieran a enfundar el uniforme. El invento resultó un triunfo en taquilla y una alegría para los amantes del género, que pudieron volver a ver en pantalla a los tipos duros con los que habían crecido, aunque con más botox, implantes, cicatrices…

Para el público, la película es un espectáculo de acción y testosterona que da aquello que se espera de ella. Aunque con un argumento pobre, el elenco de actores y cameos abundantes y de calidad hacen de Los mercenarios un entretenimiento de los de antes: explosiones, peleas y muchos disparos.

Firma: Josep Alegret