Alain Resnais, veterano superviviente de la Nouvelle Vague, nos sigue ofreciendo a sus 90 años, un cine cuidado, de preciosa envoltura y personalísimo y desconcertante contenido.
La extraña y delirante relación entre dos personas maduras que se conocen a partir de un incidente (título precisamente de la novela en la que está basada la película: L’incident, de C. Gailly) se mueve entre el género costumbrista, la intriga, la comedia adolescente y el drama romántico más absurdo. El planteamiento y el desarrollo de esta película son más cercanos y comprensibles de lo que es habitual en Resnais, pero sigue precisando un público cinéfilo o al menos abierto a las licencias surrealistas que el maestro, se permite.
En una historia con muchos puntos oscuros, el planteamiento visual es artificial y colorista, con planos superpuestos, cámara en mano y escenas que parecen pintadas, como las antiguas postales de fotografía quemada. Del mismo modo, en una historia que puede hacerse tediosa en algunos momentos, el uso que hace Resnais de trucos como los flashbacks o la voz en off… rompe la posible monotonía del espectador.
La trama puede leerse como una interesante reflexión acerca de cómo sentimientos alocados (las malas hierbas, según el título en castellano) pueden enturbiar y desbocar una relación entre dos personas y todo su entorno familiar y social. Pero esta lectura más profunda choca con algunas escenas y giros de guión que desconciertan al espectador, pues parecen sacarlo de esa historia ”adulta”, alejarlo de la realidad y sumergirlo en un mundo loco y disparatado, casi de cuento.
Resulta más rentable, entonces, tomarse todo como un divertimiento de Resnais, con el que demuestra que sigue dominando todos los registros y que todavía puede hacer una película en la que hasta el público menos acostumbrado quede fascinado por el retrato de pasiones humanas que se reflejan. Al final, como no podía ser de otro modo, el peso de sacar adelante esta historia recae sobre el impecable trabajo de los actores, que dan cuerpo a unos personajes perfectamente definidos en su, por otro lado, desconcertante perfil.
El director se rodea de sus intérpretes habituales y nos ofrece una comedia absurda donde realidad y ficción se confunden, y la escena más cercana al costumbrismo es seguida de una conversación deliberadamente incomprensible. El final, según la benevolencia del espectador, puede ser una auténtica tomadura de pelo o una genialidad a la altura del esperpento de Valle-Inclán. Una metáfora del cine, en definitiva, al que en algunos momentos (el mítico “Fin” superpuesto en el puente) rinde de hecho, un sentido y simpático homenaje.
Firma: Esther Rodríguez
Director: Alain Resnais
Guionistas: Alain Resnais, Laurent Herbiet
Intérpretes: André Dussollier, Anne Consigny, Emmanuelle Devos
Género: Drama
País: Italia
Fecha estreno: 16/03/2012
Lenguaje: Coloquial
Una enigmática mujer es asaltada por un patinador al salir de una zapatería de París. El ladrón le roba el bolso con todo el dinero y la documentación dentro. Su monedero aparece poco después en el suelo de un parking y es encontrado por un hombre maduro que lo entrega a la policía para que se lo restituya a la dueña. La mujer, Marguerite, le llama para agradecerle el gesto y a partir de ese momento se establecerá una intensa y extraña relación entre ellos.
Título original: Les Herbes Folles
País: Italia
Duración: 104'
Fecha producción: 2009
Distribuidora: Karma Films
Color: Color