La tribu

Fernando Colomo (Isla Bonita) retorna con una comedia inspirada en personas con nombre y apellidos de extrarradio. En el guión cuenta con la fuerza de dos manos con bastante experiencia en nuestro panorama de ficción: Joaquín Oristrell y Yolanda G. Serrano.

En realidad, Colomo prolonga su estilo cómico de fondo plano, que va aplicando a diversos contextos culturales. Mientras, Oristrell y Serrano emplean una fórmula que les permite triunfar en unas cuantas secuencias. Se trata del choque de trenes que los contextos antitéticos provocan. Aquí, esto se encarna en la parte alta y la parte baja de una ciudad y en una amnesia forzada de un empresario-tiburón y una madura y sencilla madre ansiosa por no perder de nuevo a su hijo.

De todo esto emergen hechos y preguntas. Los hechos son, por un lado, que el origen verídico de “Las Mamis” resulta más que verosímil, así como su barrio y sus preocupaciones. Y, por otro, La tribu también detecta bien otros personajes parásitos que, en nuestro mundo real, viven a cosa de madres y esposas que se dejan la piel las 24 horas del día, así como el valor catártico que un hobbie, como el baile, puede tener en una vida llena de responsabilidades.

Todo esto constituye lo más equilibrado del film porque el resto, desde los pasajes más vulgares hasta las moralejas más simplonas, dan vergüenza por su esquematismo y por su falta de elaboración. De ahí se despiertan las preguntas: ¿es necesario identificar siempre habitantes de extrarradio con un una serie de clichés de analfabetismo y vulgaridad? Y ¿es posible homenajear a esas personas sin ofenderlas al mismo tiempo?

Firma: Lourdes Domingo