La trampa del mal

La trampa del mal está basada en la primera entrega de The night chronicles, una serie de historias de terror concebidas por M. Night Shyamalan (El sexto sentido, Señales) y que lleva a la pantalla con la colaboración de prometedores guionistas y realizadores. En este caso la dirección corre a cargo de John Erick Dowdle (Quarantine, The poughkeepsie tapes), a partir de un guión de Brian Nelson (Hard candy, 30 días de oscuridad). Encabeza el reparto del thriller el actor Chris Messina, a quien ya conocimos, entre otros títulos, por Julie y Julia y Vicky Cristina Barcelona.

Es de resaltar la prometedora y original superpanorámica que inicia la película, creando una inquietante atmósfera que obliga a sentirse absolutamente inmerso en sus imágenes desde las primeras escenas. Un skyline invertido de los rascacielos de la metrópoli de prodigioso efecto visual. Pero la claustrofobia y el terror tardan escasos minutos en aparecer por cuanto el paro súbito del ascensor con los cinco desconocidos en su interior es inminente.

Prácticamente, la casi totalidad del metraje de la cinta se desarrolla en el interior de esta cabina, detenida repentinamente. El terror hace su aparición en pocos segundos y las acusaciones entre ellos no tardan en hacerse patentes.

Teniendo en cuenta esta larga escena que ya de por sí da lugar a momentos de profunda angustia y ansiedad, se echa quizás en falta una explicación más ajustada de la situación dramática entre cada uno de los personajes y una mejor resolución de los planos en el interior del ascensor averiado, puesto que la mayoría de las secuencias más sobrecogedoras suceden coincidiendo con los continuados apagones de luz en el interior del mismo. Pese a ello, la cinta se sigue con continuado interés y evidentes sobresaltos.

Firma: Joaquín Guitart