La inglesa y el duque

Después del éxito de clásicos en blanco y negro como Le Rayon Vert, Ma Nuit chez Maud, y de los cuentos de las estaciones (el último en nuestras pantallas fue Cuento de otoño), el prolífico Eric Rohmer nos sorprende ahora con un filme ambientado en el corazón de la Revolución Francesa.

Con un telón de fondo pintado que el director no pretende camuflar, la historia juega entre lo real y lo onírico. Los elementos clave en los personajes creados por Rohmer son el realismo y la naturalidad o sensación de espontaneidad. Quizás el hecho de que ni los diálogos ni la acción vayan acompañados de música de fondo acentúa este efecto.

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