Al igual que la novela de origen, el film anda a medio camino entre el cine negro y el de aventuras, sin conseguir ni una cosa ni la otra, dejando al espectador bastante menos de lo que promete. Como película de aventuras, que era la intención principal de Uribe, supone un quiero y no puedo, acercándose más a Forajidos (1946, Robert Siodmak) que al estilo de La isla del tesoro (1934, Victor Fleming). Imanol Uribe muestra desde el principio a un hombre frustrado por la vida que lleva, Coy un marinero en tierra. Seguido de una mujer fatal, personaje que se caracteriza por actuar como una araña de modo que el hombre queda atrapado en una red de engaños, mentiras y manipulaciones. La mujer fatal fuma sola, bebe sola, no tiene un núcleo familiar estable, con frecuencia ha sido poseída por un hombre del que ya no sabe nada, y tras los vaivenes de la vida se convierte en una dama fría, desconfiada y que hace cualquier cosa para conseguir su objetivo. En este papel, encaja perfectamente Tánger, mujer bella, inteligente, valiente, pero, sobre todo, peligrosa.
Los momentos que intentan ser de intriga se desarrollan durante la noche, y la línea que separa a los buenos de los malos se difumina, de modo que el espectador no sabe muy bien a quién debe apoyar. Hasta ahí la película parece que más o menos funciona en la línea del cine negro. Pero la cinta se frustra cuando se entremezcla con ese cine de aventuras en el que la ambientación predomina sobre el guión; una cinta a base de planos cortos y de peleas que provocan en el espectador ciertas ganas de que se pase la hora y cuarenta minutos que dura el film. Si a esta mezcla le unimos un lenguaje coloquial, que roza la bastez, y escenas de sexo explícito que se repiten frecuentemente en los últimos 40 minutos de la película introducidas forzadamente en la trama, La carta esférica se convierte en un film digno de no ser visto por aquellas personas que pretendan invertir su dinero de ocio en ver algo interesante, divertido y entretenido, o con la intención de salir de la sala de cine con una visión nueva de la vida.
Firma: Redacción
Extras DVD:
- Idiomas: castellano
- Subtítulos: inglés
- Making of
- Tráilers promocionales
- Filmografías
- Galería fotográfica
Basada en la novela de Arturo Perez Reverte, La carta esférica, el film cuenta la historia de Coy (Carmelo Gómez), un marinero que ha sido sancionado a dos años sin navegar, a causa de un accidente ocurrido durante su guardia. Frustrado ante semejante condena, decide viajar sin rumbo en tierra firme. Así, llega a Barcelona. Sin saber muy bien cómo ni por qué, cae en una casa de subastas donde conoce a Tánger Soto (Aitana Sánchez Gijón), una mujer fatal, que le embaucará para un trabajo complicado. Durante la subasta aparecen Palermo y Kiskoros, dos personajes que pujan para llevarse el Atlas Cartográfico de los Urrutia, un tesoro dieciochesco muy cotizado entre los amantes de la mar.
Tras una puja intensa, el atlas es concedido a Tánger Soto, funcionaria del museo naval. Palermo, enfurecido por la adjudicación, se enfrenta violentamente a Tánger, que es defendida por Coy con quien finalmente la mujer termina cenando. Paralelamente, Kiskoros busca a Palermo, ya que parecen tener intereses comunes en cuanto a la adquisición del atlas de los Urrutia. Su encuentro finalizará con una conversación privada alrededor de unas copas en un bar cercano Coy, que cae rendido a los pies de la mujer, no dudará en seguirla hasta Madrid, donde ella trabaja. Una vez en la capital, el marinero descubre el hilo que une la vida de los tres personajes: la búsqueda del Dei Gloria, un bergantín hundido en el siglo XVIII, relacionado con la expulsión de los jesuitas de España, y que transportaba un misterioso tesoro que todos quieren descubrir.
A partir de ahí Coy intentará ayudar a la funcionaria del museo naval en la búsqueda del Dei Gloria, comenzando una aventura en la que Tánger demuestra sus armas de mujer fatal, al estilo del cine negro de los años 40.
