Juegos de guerra

John Badham, un director de éxitos de ciencia-ficción y aventuras en los 90 y pasado a la televisión en la siguiente década, firmó un título que ha quedado como un hito nostálgico de los thrillers informáticos para adolescentes.

En una década en que Hollywood se prodigó en inventar relatos imaginativos para los espectadores más jóvenes (Los Goonies, E.T., Regreso al futuro, La historia interminable, Indiana Jones…), Juegos de guerra abrió la brecha para las historias de conspiraciones en un contexto prácticamente desconocido: los ordenadores y las redes de conexión informática.

Matthew Broderick debutó como protagonista y empezó entonces su estable, aunque no estelar, carrera en el cine de primera línea. David, su personaje, le convirtió en uno de los primeros geeks de la ficción audiovisual. Juegos de guerra es un película con muchas fantasmadas, pero todas divertidas y, vistas desde la perspectiva actual, unas cuantas resultan ingenuas y otras no han hecho más que pervivir en el fenómeno que, sin duda, ha revolucionado el final del siglo XX: Internet.

25 años después de su estreno, alguien se atrevió con una secuela (Juegos de guerra 2) que apareció directamente en DVD.

Firma: Lourdes Domingo