Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal
(2008)Para dar continuidad a la historia del aventurero Indiana Jones –al que el público vio por última vez en 1989 (en la “última cruzada”), 1938 en el tiempo cinematográfico-, George Lucas (el creador de la historia junto a Jeff Nathanson) ha confiado en un guionista de grandes éxitos comerciales y, al mismo tiempo, solventes en cuanto a la calidad de guión (“Spider-man”, “La habitación del pánico”). Además, se da la circunstancia de que David Koepp ya ha trabajado con Steven Spielberg en films como “Parque Jurásico” o “La guerra de los mundos”.
Por su parte, Spielberg vuelve a dirigir, como en las tres anteriores, a Harrison Ford en su papel de aventurero, donde ha reunido a algún personaje anterior, como Marion (Karen Allen), que aparece en la primera película, “En busca del arca perdida” y ha incorporado a unos pocos nuevos. Entre ellos destaca el benjamín del grupo, interpretado por un ascendente Shia LaBeouf, y la villana de la historia, encarnada por la siempre versátil Cate Blanchett.
El tiempo de espera y los diversos avatares y cambios que se han ido dando en la producción, seguramente, han ayudado a que el equipo se ilusionara con el proyecto. Un proyecto, ya hecho realidad, que tiene el regusto de esos clásicos de aventura, inmortalizados por la propia saga Jones y cristalizados en elementos como los continuos obstáculos en forma de insectos, paredes ancestrales que se mueven y villanos estereotipados y estetizados que no desfallecen nunca. En esta línea, es loable que los productores no de hayan dejado llevar por la fiebre de los efectos digitales para que el espectador pueda disfrutar más de la aventura pura y dura en las correrías de los personajes.
Sin embargo, también emergen nuevos aspectos, no sólo por la senectud de algunos de los protagonistas, de la que se hace algún comentario irónico en la propia historia. Uno de los elementos que cifran el misterio de la aventura deviene en un conjunto de escenas que –no se dirá más- parecen más sacadas de “una parte” de la filmografía de Spielberg -director del film al fin y al cabo- que de la temática de las aventuras del arqueólogo Jones. Y, por otro lado, sin tampoco desvelar nada, la escena final deja en suspensión –o por lo menos no aclara- cómo va a continuar esta secuela de aventuras que, gracias a una masiva y excesiva, campaña publicitaria y de comunicación, se está convirtiendo en un acontecimiento fuera de lugar.
Eso sí, la película da lo que promete: entretenimiento puro y duro, con calidad, para nostálgicos -de hecho, el cine no deja de mirar al pasado para reciclarlo en pantalla- y para aquellos nuevos espectadores que quieran incorporar a Jones y compañía a su tiempo de ocio.
Extras DVD:
- Idiomas y subtítulos: inglés, castellano, catalán.
- El regreso de una leyenda: el desarrollo de la nueva entrega y un homenaje al héroe legendario.
- Documental sobre la pre-producción.
1957. En plena Guerra Fría y plena psicosis del espionaje y contraespionaje entre americanos y soviéticos, el profesor Jones ve truncada su carrera como profesor de universidad. Su expulsión de la universidad se debe a un mal entendido encuentro –más bien fue un enfrentamiento- que tuvo con un grupo de agentes comunistas en una zona desértica de Nevada, donde el ejército americano tenía un aeropuerto para camuflar sus grandes secretos. Cuando está a punto de dejarlo todo y recomenzar su vida en Europa, un joven rebelde le pide ayuda para resolver un enigma que mantiene a su madre secuestrada en una recóndita zona del Perú.
