El periódico estreno del universo de los superhéroes de Marvel correspondiente a este verano 2014, se presentaba a priori como algo diferente a los demás. Su homenaje a los 80, en forma de música y referencias, y el perfil de su protagonista, algo macarra y malote, hacían esperar un cambio en el tono de la película o alguna sorpresa en el guión coherente con lo atípico y desconocido (ya que estos Guardianes no ilustran los cómics más famosos de la firma) de su personaje principal.
Y en efecto, la historia en general resulta más oscura y excesiva que las últimas apuestas Marvel (Ironman, Vengadores, etc…) y el protagonista y su nave, recuerdan más a Han Solo y el Halcón Milenario (aunque algo pasados de rosca) que a Peter Parker o el Capitán América. Esto supone una ligera innovación que hace que los aficionados al tema se enfrenten a la película con el mismo entusiasmo, pero con algo más de interés.
Sin embargo, conforme avanza el film se produce un curioso fenómeno que viene a confirmar la potencia y el valor de los cómics de Marvel. Poco a poco, el espíritu que les ha hecho legendarios (espíritu de valentía, sacrificio, entrega, compañerismo, honor, etc…) se va adueñando de Peter Quill y del resto de Guardianes, y volverá a quedar nítidamente claro quiénes son los malos y quiénes y cómo (generosos, fuertes y bondadosos) tienen que ser los buenos. Y así acabarán, como nos tienen acostumbrados, con el triunfo (no revelo nada) del heroísmo y de los valores del patriotismo, aunque en esta ocasión sea acompañado del Hooked on a feeling.
Es llamativo también el tirón que estos films tienen en taquilla y cómo suponen un reclamo para los grandes actores que necesitan siempre hacer patente su presencia en los estrenos. Glenn Close y Benicio del Toro son las principales sorpresas entre los Guardianes de la Galaxia, donde encontramos también a Michael Rooker y John C. Reilly o las voces de Bradley Cooper y Vin Diesel.
Nada que decir, como es lógico, sobre los espectaculares efectos especiales o sobre la inaudita galería de personajes de razas diferentes que pueblan la galaxia, gracias a la portentosa imaginación de su equipo artístico.
Sin embargo, sí que podemos poner algún “pero” al trabajo de su director y guionistas. Gunn y Perlman firman un buen trabajo pero su escasa experiencia resta frescura a unos chistes bienintencionados y provoca algún traspiés en el ritmo; especialmente en un final demasiado largo y que mezcla más emociones de las que el espectador puede disfrutar.
A pesar de ello, queda claro que es el estreno más interesante y recomendable del verano, hablando de cine comercial, y con el que avanzamos una casilla más en este inagotable universo Marvel: no sólo recoge unos personajes ya anunciados en Thor 2 y en Los Vengadores, sino que deja la puerta del espacio abierta para futuras invasiones alienígenas de las que nuestros superhéroes favoritos nos tendrán que defender.
Firma: Esther Rodríguez
Peter Quill fue abducido cuando era un niño y su madre acababa de fallecer. Desde entonces, vaga por el espacio y se ha hecho un nombre como saqueador y ladrón de objetos de valor.
Ahora, cuando el imperio Kree amenaza la estabilidad de la Galaxia, es detenido junto con otros malhechores y en su huida se cruzará con el malvado Ronan, por lo que tendrá que decidir si escapar definitivamente o ayudar a salvar a los pacíficos habitantes del universo.