Estación del olvido

Después de algún incidente causado por el abuelo y sus consecuentes disputas familiares, deciden trasladarlo a una residencia. Allí caerá en un auténtico estado depresivo pero, por suerte, conocerá a Pau, un chico conflictivo tras la muerte de un amigo en un accidente de coche en el que él conducía ebrio. Su amistad les ayudará a evadirse del patetismo de la residencia de ancianos.

Estación del olvido es sobre todo una película sobre la incomunicación familiar y la soledad. Tres generaciones viven bajo un mismo techo, pero son incapaces de hablar de lo que llevan dentro. Esto conlleva una situación enrarecida e incómoda, llena de silencios y  comentarios a la defensiva.
 
Los directores de la película, Christian Molina (que cambia totalmente de registro después de dirigir Diario de una ninfómana) y Sandra Serna (que debuta como realizadora) dan más importancia a las imágenes -tratadas con gran sensibilidad y belleza- que a la palabra; hecho que subraya la falta de diálogo para solucionar los conflictos familiares, en los que priman los intereses individuales a los colectivos.
 
El film, grabado originalmente en catalán, es sobre todo una búsqueda de lo auténtico, pero nunca se llega a ello por la cobardía de los personajes; a excepción del Sr. Domingo que, como no tiene nada que perder, emprende su viaje a Cadaqués, donde vivió con su gran amor con su difunta esposa y trabajó como marinero. Estación del olvido es una película de actores, en la que sobresale la interpretación de Fermí Reixach, en un papel perfecto para lucirse.

Firma: Redacció

Extras DVD:

• Audio: catalán, castellano