El vendedor

No hay duda alguna de que El vendedor es, por su argumento, un film serio, profundo y con una temática actual incuestionable. La cuerda floja de la que, hoy en día, penden infinidad de puestos de trabajo, tanto a nuestro alrededor como allende nuestras fronteras es portada en la gran mayoría de los principales rotativos.

La película mantiene esta problemática como telón de fondo en contraste con la recia personalidad, positiva y tenaz, del protagonista, un vendedor de coches acreditado por sus jefes y colaboradores, con una enorme posesión de valores tradicionales y conocedor de todos los alicientes para llevar a buen puerto cada una de las oportunidades que se le presentan para seguir siendo el mejor entre los mejores.

Por cierto, una sobria interpretación la de Gilbert Sicotte en este rol principal. Él, tal como ya sugiere el título, es la película. Todo lo demás sucede a su alrededor en un ambiente gélido y desprovisto de cualquier aliciente que no sea la impoluta nieve, presente en toda la extensión del film. Precisamente por ello, la absoluta concentración en el protagonista conlleva un cierto lastre a la estimación global del film que, en algunos momentos, acusa cierta monotonía.

Una experta cámara acentúa adecuadamente gestos y actitudes del personaje principal mostrando sus diversas fases de tesón, afecto, melancolía y, por encima de todo la satisfacción profesional por el deber cumplido. También hay que destacar la oportunidad de una música original de indudable calidad que ha sido justamente premiada en el Festival de los Jutra Awards.

El vendedor, además de su presentación en la Secciones Oficiales del Sundance Festival y del Los Angeles Festival, también ha obtenido destacados premios en los de San Francisco y Bombay.

Firma: Joaquín Guitart