El director Bruce Beresford cuenta en su historial con dos nominaciones al Oscar y varios títulos importantes en su filmografía: Consejo de Guerra, Paseando a Miss Daisy, Gracias y favores, Manto negro, etc. Y con la sensacional colaboración del experimentado guionista Jan Sardi: Shine: el resplandor de un genio, El Diario de Noa y Love’s brother, entre otras.
La película transcurre en tres fases de la vida de Li Cunxin. Su niñez en un pequeño pueblo de la China inspirada por Mao, con todos los sinsabores y limitaciones de una familia numerosa, y el férreo control del Partido sobre sus habitantes desde su más tierna infancia. En segundo lugar, su elección como joven promesa para convertirlo en un ejemplo para su propio país. Y, finalmente, su apoteósico triunfo en los EE.UU., como gran figura del ballet clásico mundial.
En todo el transcurso de la película está presente el control total que la estela de Mao impuso para todos y cada uno de los habitantes de la China comunista e incluso para los pocos que, por motivos especiales (como en este caso) podían ejercer su actividad, aunque fuera por tiempo limitado, en otros países. Si triunfaban en Occidente, siempre era “gracias a las fieles enseñanzas recibidas por los organismos estatales chinos”. Nada más ni nada menos.
Aunque la cinta, por su carácter biográfico, está narrada en su tercera fase (estancia y triunfo en EE.UU.) con un estilo algo folletinesco, no por ello deja de mantener el interés que suscita desde sus prolegómenos hasta el final. Debe tenerse en cuenta que no es simplemente una película de ballet, sino la verdadera historia de un niño que, partiendo de una oscura infancia y haciendo especial hincapié en todas las vicisitudes en que se vio envuelta su andadura profesional, llegó a convertirse en una auténtica figura.
El film está adecuadamente ambientado y goza de un notable apoyo musical, además de las bellas partituras de las secuencias de ballet clásico en los que el protagonista interviene.
Contraposición, en suma, de dos culturas muy distintas, marcada una por la negación absoluta de la libertad del hombre y su contraste emocional con otro mundo en el que, por lo menos aparentemente, la iniciativa humana y las relaciones sociales tienen otro carácter más abierto y conceptual.
Quizás faltan años… o tal vez no tantos.
Firma: Joaquín Guitart
Basada en una historia real, la película cuenta la vida de Li Cunxin (Chi Cao como Li adulto y Huang Wen Bin como Li niño), rescatado a los once años de un pequeño pueblo de China por los delegados culturales del Partido y enviado a Pekín. Allí comienza un increíble viaje vital que le llevará a pasar años de entrenamiento brutal, hasta convertirse en uno de los mejores bailarines del mundo, aclamado como un héroe de la China comunista, triunfador en los EE.UU. y posteriormente, despreciado por traidor.