El regalo

La vida de Robyn (Rebeca Hall) y Simon (Jason Bateman), recién instalados en su nuevo hogar y con un futuro prometedor, se complica con la casual aparición de Gordo (Joel Edgerton), un ex compañero de clase de Simon.

A partir de aquel momento, Gordo visita asiduamente al matrimonio, entregándoles extraños regalos sin motivo aparente. Simon decide romper con la incomodidad de dichas visitas de forma definitiva, pero aquél sacará a la luz un extraño secreto de juventud que complica en grado sumo el presente y también el futuro del atribulado matrimonio.

Opera prima como director del actor australiano Joel Edgerton, conocido por sus interpretaciones en “El Gran Gatsby”, “La Cosa”, “Exodus” y especialmente en Australia por su participación en una serie televisiva de gran éxito en aquel continente.

Con un guión diseñado por el propio director y co-intérprete, “El regalo” es un film con el clásico matrimonio de buena posición económica, ubicado en cómoda vivienda en una comunidad relativamente apartada de la gran ciudad. Un inicio al que ya nos tiene bastante acostumbrados la cinematografía norteamericana de suspense.

Y como suele acontecer, pronto se complica con un problema de raíces lejanas que implica a ambos protagonistas con un resultado final aterrador, en el que la venganza alcanza límites insospechados. Y es que hechos del pasado, sin pensar en la problemática derivada de una alevosa aunque juvenil acción, pueden permanecer en el subconsciente del individuo, hombre o mujer, hasta que por un motivo determinado el recuerdo aparece en toda su virulencia. Y con él las ansias de venganza en personajes marcados de por vida por aquellos recuerdos de infausta memoria.

Quizás en el análisis del proceder humano en épocas tempranas podrían, como en la película, interpretarse determinadas acciones que al correr de los años están originadas por lo que se consideró por una parte como “una simple novatada”. Perversa acción por la que, a veces, también pagan justos por pecadores como en “El regalo”.

La cinta está tratada con buena calidad escenográfica, en la que destaca la excelente factura del operador catalán Eduard Grau. Y en el cuadro de intérpretes, lo hace la actriz Rebeca Hall (“Vicky, Cristina, Barcelona”) con un físico personal fuera de la adocenada belleza tan en boga en cintas de este estilo. Y por supuesto también Joel Edgerton, director e intérprete de la película, papel con el que alcanzó el “Premio al Mejor Actor” en el Festival Cinematográfico de Sitges 2015.

Firma: Joaquín Guitart