El pastor

Es esta una película valiente en la forma y el fondo. La primera de sus tres producciones en la que el director salmantino abandona el surrealismo mágico y apuesta por un cine neorrealista de gran calidad. Gasta aromas malickianos en un impresionante arranque, escamas de noir con salsa Delibes para el nudo y andamios de thriller para un final tenso.

Un coctel excepcional que Cenzual agita con la frescura del autodidacta, sirviéndonos un film en el que, tras degustar imágenes altamente estéticas, nos deja una crítica brutal al sistema consumista, con puntapié incluido a la avaricia que genera.

El desenlace ideado por Cenzual nos arroja al abismo sin dejar de incluir una invitación a rellenarlo con una reflexión seria sobre las elecciones personales, sobre los principios y los modelos de vida. Sera de verdad, como las que planteaba el añorado Giménez Rico en los 90. Seria y sobrecogedora, como la música de Tim Walters que ejerce desde el primer minuto de coro premonitorio, augurando al público las dificultades que sobrevendrán al pastor. Un magnífico, sobrio y enternecedor Miguel Martín que cosechó en el Raindance Film Festival uno de los tres galardones que mereció esta pequeña gran película.

Firma: Anna Puigarnau