El país de las maravillas

Merecedora del Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes 2014, esta producción italiana de tintes autobiográficos, firmada por Rohrwacher nos deja boquiabiertos y pensativos. Cualidades que se ven en pocos films y que se aprecian cada día más por su rareza.

Es una historia sencilla, pero poderosa, sobre la vuelta a la tierra como medio de vida y como filosofía de protección del medioambiente. Lejos del agropijismo ecológico, expone el sacrificio que supone dar la espalda al consumo y encontrar las raíces del hombre en su medio natural.

Una película agridulce, nada superficial en su planteamiento ni en su lenguaje, arriesgado, demoledor y desprovisto de efectismos, acompañando en todo momento con su naturalismo un argumento rompedor. De este modo, el espectador se ve obligado a desmontar tópicos y a repensar con seriedad algunas implicaciones del conservacionismo, como la idea de volver a las tradiciones para lograr el futuro. Rohrwacher lo consigue utilizando todos los medios visibles e invisibles que tiene a su alcance. Recupera el modo ancestral en que se desenvuelve esta familia y rescata para el cine la grabación en super-16, renunciando a la tecnología digital como apuesta coherente con su argumentación vital. Una locura arriesgada que merece la pena ver.

Firma: Anna Puigarnau