El mundo perdido: Parque Jurásico

Secuela del magistral Jurassic Park, de Steven Spielberg, que no acaba de convencer como obra artística, cumpliéndose aquello de que nunca segundas partes fueron buenas. Con un guión basado en una novela de encargo de Michael Crichton, esta superproducción ha sido rodada en exóticos escenarios naturales, así como en estudios y decorados perfectamente preparados para hacer soñar despierto al espectador. Asistido por ingeniosos efectos especiales en ordenador tal como se diseñaron y animaron los dinosaurios de la primera parte, en este Parque Jurásico II todo sabe a dejà vu, pues incluso se repiten escenas de suspense y situaciones análogas al anterior filme: la caída por el precipicio; la persecución en el proyectado parque, al final; lo cual resta originalidad e interés a una película que difícilmente sorprenderá al público aficionado. En cambio, contiene algunos guiños cinéfilos de primer orden: el homenaje a Hatari! (1962), de Howard Hawks, en la impresionante escena de la cacería, en cuyo safari se han sustituido los rinocerontes por los velocirraptores; o la secuencia del ataque del tyranosaurio Rex a San Diego, que rememora El mosntruo de tiempos remotos (1953), del especialista Eugene Lourie.

Con todo, la banda musical de John Williams resulta inferior y los efectos sonoros demasiado estridentes, tanto que en algunos pasajes dificulta la audición. Estamos ante una cinta comercial, sin más intención que distraer al gran público poco exigente. Especialmente dirigida a los aficionados a la ciencia-ficción y al género de aventuras, hay algún toque humanitario y sentimental encarnado por el duro Pete Postlethwaite y la niña afroamericana coprotagonistas lleno de intencionalidad crítica. Asimismo, el relato posee un sano sentido del humor, aunque alcanza al maniqueísmo de los tópicos personajes. Evitando caer en concesiones violentas, la mano maestra de Spielberg se ha notado en el ritmo que imprime a la narración, la cual queda abierta para una tercera parte. De momento, pese a las críticas adversas, El mundo perdido ya amortizó durante su primer fin de semana en USA el coste de producción: 80 millones de dólares. A la hora de escribir esta reseña, en Norteamérica lleva un rendimiento de taquilla de 220 millones. Será, tras el primer Parque Jurásico y su propio ET la película más taquillera de la historia. Es obvio que el rey Midas de Hollywood sigue dando en el clavo. 

Firma: Redacción

Extras DVD:

• Audio: español, inglés
• Subtítulos: inglés, español, portugués