El espejo

Análisis

Delicada obra artística de uno de los nuevos valores del cine iraní, Yafar Panahi (El globo blanco, 1995).
Discípulo del gran Abbas Kiarostami (A través de los olivos, 1994, del que fue ayudante de dirección), este joven cineasta nacido en 1960 acomete otro insólito filme testimonial, que no sólo ha sido celebrado en todo el mundo Gran Premio en el Festival de Locarno´97, sino que ya demuestra su madurez como autor fílmico.
La película está rodada en los escenarios naturales de Teherán, con sonido directo y la cámara toma vistas a la altura de los ojos de la niña protagonista posee enorme profusión de planos medios, que reflejan su angustia, por cuya inocente mirada vivimos esa sencilla aventura. Panahi involucra así al espectador en esta historia cotidiana, plena de realismo poético y de un encanto que no se puede explicar; hay que contemplarla. El ruido y paso de vehículos, en ese caos circulatorio que existe en la capital iraní, está captado por medio de largos travellings en los que casi se puede respirar la polución de las calles, a veces con unas tomas muy expresivas, donde los objetos y las personas entran y salen prodigiosamente de cada encuadre.

Sin embargo, tan importante como su significante es el significado del filme. El espejo ha sido calificado como un pedazo de vida que se transforma en ficción. Acaso para evadir la ley islámica, la cual prohíbe la representación de la persona, Yafar Panahi deja claro a la censura de su país que está rodando una película; pero no pueden restarle su gran valor documental. Las austeras imágenes del realizador iraní autor asimismo del guión original describen la gran urbe y sus gentes, recoge diálogos y voces en off que retratan la mentalidad del Irán y el estatus de la mujer tras la revolución jomeinista; a la vez, expone el ansia de cambio que se está produciendo en ese mundo árabe, cuyo tráfico y el poco respeto a las señalizaciones invade a los peatones: una sociedad de condición modesta, que parece querer abrirse paso en esa selva de hormigón de Teherán, que simboliza el progreso y la modernidad.

De ahí que El espejo diga más por lo que no se ve y nos sugiere espontáneamente su autor lo “visible” y lo “no visible”, como diría el especialista Marc Ferro que aquello que vemos con total evidencia. No deja de ser una metáfora del reflejo. O del espejo, si prefieren. Además, la preocupación por el estilo y la belleza de lo filmado confirma aquí aquel viejo dicho persa: Un poema nunca está concluido si no le acompaña una caligrafía armoniosa. Panahi dixit. Apunten, pues, su nombre.

ficha técnica

Director: Yafar Panahi

Guionistas: Yafar Panahi

Intérpretes: Kazem Mochdehi, Mina Mohammad Jani

Género: Drama

País: Irán

Fecha estreno: 25/11/1998

Lenguaje: Coloquial

Público

+16 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

Una niña escayolada, a la que su madre no recoge en el colegio y se ve obligada a deambular por Teherán, decide quitarse la escayola y gritar a la cámara que no quiere rodar más. Este acto de rebeldía es utilizada por el director para retratar la realidad de Irán.

Título original: Ayneh

País: Irán

Duración: 93'

Fecha producción: 1997

Distribuidora: -

Color: Color

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