El desconocido del lago

Alain Guiraudie construye un turbio thriller de ritmo pausado en el que, precisamente, en lo más calmado de sus aguas y árboles se esconde la soledad, el vacío, el deseo sin control y las pasiones más enfermizas hasta desembocar en el crimen.

Quizá fue el naturalismo con el que filma y encuadra Guiraudie –a falta de algo más de cuerpo dramático en su guión- lo que impulsó al jurado de Cannes de “Un certain regard” a otorgarle el premio al mejor director (2013) o quizá la apología del thriller erótico-pornográfico que ejecuta con igual tedio que hastío.

El caso es que, aunque intenten vender la moto del cine autoral de interés, Alain Guiraudie apenas logra diseccionar con algo de profundidad la amistad, único lazo humanamente completo que retrata la película. El resto -los apetitos, la atracción física y la ausencia de relación personal- se vierten para conducirlos hacia el thriller (algo infantil en su desarrollo, por no hablar del policía en solitario) y la simplificación de una trama que, eso sí, sabe aprovechar las reducidas “paredes” del lago como único escenario.

Firma: Lourdes Domingo