Espectacular y decepcionante film de Francis Ford Coppola, que pretende seguir fielmente la novela de Bram Stoker Drácula (1897), pero sólo consigue realizar una película de envoltorio brillante, próxima a la estética del video-clip (estridente banda musical incluida) y vacía de contenido.
Con un guión original bastante confuso de Jim Hart -quien acaba de publicarlo como libro junto al lanzamiento de esta ambiciosa y exitosa producción (35 millones de dólares en cinco días de exhibición en Estados Unidos y 21 de pesetas en su primer fin de semana en Barcelona)-, el maestro Ford Coppola parece haber derrochado su inventiva en un obra menor y que difícilmente pasará a la historia -es muy inferior a los clásicos del género: desde el Nosferatu (1922) de Murnau, hasta las versiones realizadas por Tod Browning (1931) y Terence Fisher (1958)- y quedará en segundo término dentro de su filmografía. Tampoco la interpretación está a la altura de los Dráculas anteriores, que encarnaron míticamente Max Schreck, Bela Lugosi, Christopher Lee y Klaus Kinski. Con todo, los efectos especiales son notables.
El discutido autor de El Padrino y Apocalypse now evidencia de nuevo su fascinación por el mal, realizando su Drácula a modo de pesadilla -y la provoca en el espectador, quien se queda un tanto sorprendido con la insólita narración-, la cual guarda cierta conexión metaforica con el sida. En este sentido, las concesiones erótico-pornográficas y morbosas están lejos del tono gótico-romántico de la obra original, a la vez que el afán de experimentación y el barroquismo de la puesta en escena muestra ambiciones filosófico-metafísicas de poca altura intelectual.
Por ello, la película resulta un cóctel fantástico de difícil digestión por parte del gran público -que tampoco pasa miedo durante la proyección-, quien ha sido captado por la publicidad y la fama del realizador, Francis Coppola, este humanista pesimista que se asoma ahora por medio del conde Drácula al abismo más recóndito de la condición humana. “El poder de los vampiros -afirma el “cazador” Van Helsing (que interpreta el oscarizado Anthony Hopkins, aunque no tan bien como antaño lo hiciera Peter Cushing)- reside en que casi nadie cree en ellos”. La verdad es que después del Drácula de Coppola la gente “creerá” menos en el mítico personaje, pues francamente sabe a una broma de mal gusto.
Firma: Redacció
Extras DVD:
La historia se centra en la Edad Media, cuando un soldado pierde a su esposa. El dolor es tan intenso, que decide rebelarse a Dios y hacer un pacto con el diablo, volviéndose inmortal, solitario y cruel. Ganadora de 3 Oscar y 1 nominación.