Dos tontos todavía más tontos

La fórmula de la secuela nunca dejará de ser rentable, por lo menos el primer fin de semana. Tras veinte años de la mítica Dos tontos muy tontos, llega esta segunda cita con los mismos actores, Jim Carrey y Jeff Daniels, que logran disimular el peso de los años, no tanto por su aspecto como por sus interpretaciones.

La película se reserva algunos buenos golpes de humor que siembra con inteligencia durante el metraje y ofrece, asimismo, algunas escenas desternillantes y grotescas, como la secuencia del tanatorio o la del congreso. Ha sido rodada con un presupuesto bastante disimulado, puesto que hay contados efectos especiales y es evidente que el grueso monetario ha recaído en la partida de personal artístico.

En cuanto al humor, no se descasilla de la comedia slapstick, añadiendo un poco de humor negro para barnizar enfermedades o defunciones. Humor verde no podía faltar, y aunque trata de mostrarse con la sutileza suficiente como para que sólo el público “adecuado” sea capaz de comprenderlo, también es cierto que se cae varias veces en lo fácil y soez y, por supuesto, en el humor marrón. Para los nostálgicos de la primera entrega.

Firma: Josepmaria Anglès