Dixie y la rebelión zombi

La escasa duración de la cinta revela su bajo presupuesto y su consiguiente optimización de fotogramas y, por tanto, de tramas.

Esta historia, dirigida en exclusiva al público infantil, se maneja con los estereotipos previsibles para este tipo de obra. Recupera algunos valores ya no tan habituales en el cine español, como la amistad verdadera, contrastando al grupo de los populares con el de los frikis, y la lucha del bien contra el mal, encarnado esta vez por un puñado de esqueletos y zombies, aunque su profundidad no pueda compararse en absoluto con otras películas similares como Pesadilla antes de Navidad. Lo estereotipado y la previsibilidad de toda la trama hacen que el visionado tenga poco interés para los mayores de 12 años.

Esta película supone otro de los acercamientos del cine español al género o técnica de la animación, esta vez por parte de una productora vasca. Realmente, hay que aplaudir el atrevimiento y esperar que funcione bien entre el público infantil, más por apoyo y cariño a nuestra industria que por reconocimiento de la calidad de la obra.

Firma: Josepmaria Anglès