La sinopsis prometía mucho pero el resultado, sin ser despreciable, no llega a lo que podría haber sido. Quizá sea porque recurre a lo que en los últimos años ya viene siendo habitual en el cine menos comercial y avalado por la crítica: un reparto coral, historias independientes, pero conectadas entre ellas, que intentan ahondar en la soledad, el racismo, el amor o la incomunicación del ser humano.
Así lo hicieron las pioneras y brillantes Traffic, Crash o 21 gramos, que a pesar de ser un cine más independiente gozaron de las mieles de los Oscars.
En las cuatro historias principales de la película, los protagonistas están atrapados en sus vidas y, en cierta forma, cuando escapan de ellas sienten alguna de esas emociones. Felicidad está atado a la soledad, Placer a su impotencia a la hora de cambiar lo que ve del futuro, Tristeza a las imposiciones de Dedos y Amor a la imposibilidad de tener a la mujer de la que está enamorado desde la universidad.
Los personajes sienten las mejores emociones cuando se dan a los demás. Placer, que ha acabado como matón por culpa de su extraño don, tiene un gran corazón y ayuda a las víctimas de Dedos que no están corrompidos por el poder y el dinero; Amor hace lo imposible para salvar a Gina adelantándose incluso a su marido; Tristeza que ve cómo su vida recobra el sentido al poder salvar una vida. Quizá la historia de Felicidad es el talón de Aquiles de la película por su falta de hondura a la hora de tratar algo tan complejo como la felicidad.
Excelentes interpretaciones gracias a actores como Brendan Fraser, Andy García, Forest Whitaker, Kevin Bacon, July Delpy y especialmente sorprende el papel dramático de Sarah Michelle Gellar que nos tiene acostumbrados a los papeles en películas de adolescentes como Scream, Sé lo que hicisteis el último verano o la serie Buffy Cazavampiros.
Una película independiente, sin novedades en el guión y la realización, pero con más aciertos que errores en los temas que trata, con muy buena música e interpretaciones.
Firma: Redacció
Extras DVD:
Cuatro Vidas se basa en un proverbio asiático que clasifica la vida en cuatro emociones: felicidad, tristeza, placer y amor. La película se compone de cuatro viñetas, cada una centrada en el personaje que representa una de esas emociones.
Felicidad es un empleado de banco, con una vida rutinaria, solitaria y
sin alicientes. Placer es un matón -a las órdenes del mafioso Dedos-
con el don de conocer el futuro. Tristeza es una emergente estrella del
pop, que se verá atrapada en los negocios de Dedos. Amor es un médico
enamorado de la mujer de su mejor amigo, Gina, a la que intentará salvar
de un accidente de laboratorio buscando su inusual tipo de sangre.