Triste reboot, ambientado en la actualidad, de la saga Los cuatro Fantásticos.
Producido otra vez por la Fox, que le ha ganado los derechos a Marvel, Cuatro Fantásticos intenta distanciarse del típico cine de superhéroes para mostrar una vertiente más oscura y seria, como ha ocurrido en otras sagas como Batman o Superman. No obstante, el director encargado de renovar la historia y proveniente del cómic, Josh Trank, patina torpemente.
Tanto el guión como la dirección meten la pata en el planteamiento, pues dedican casi la totalidad del metraje a presentar a los personajes y situarnos en contexto, con especial énfasis en el protagonista mientras se olvidan de los demás, que también deberían tener algo de importancia.
Ante todo, el principal atractivo del universo de los cuatro fantásticos es el hecho de reunir a un grupo de personas con poderes y conseguir que sean una familia a pesar de las dificultades pero, en esta ocasión, esto se omite y se pretende que el espectador encuentre una química que no existe por ninguna parte. Además, el villano de la historia es, seguramente, la parte menos trabajada y más ridícula. En apenas dos minutos, se justifica su cambio de actitud y ganas de destruir el mundo y sus poderes son indefinidos y cambiantes; algo que se perdonaría en casi cualquiera película fantástica. Sin embargo, es imperdonable en la presente ya que se procuran demostrar todos los incidentes, por inverosímiles que parezcan.
De este modo, el film deriva hacia la ciencia ficción, a la vez que arrincona la comedia y el espíritu de aventura de las versiones de 2005 y 2007. El problema es que se parece demasiado a la ópera prima de Trank, Chronicle, en la que jóvenes con recientes superpoderes aprenden a manejarlos y afrontar sus vidas. En este sentido, Cuatro fantásticos parece ser su segunda parte -incluso repite el actor Michael B. Jordan– y como otras muchas segundas partes es peor y aburrida.
Encabezado por Miles Teller, actor revelación del 2014 (Whiplash), junto con Kate Mara (House of cards), el reparto prometía, pero acaba luchando por no hundirse en esta desventura de pobres líneas de guión, se va irremediablemente a pique.
Al mismo tiempo, es destacable que la película, con 120 millones de presupuesto, cuente con una CGI francamente penosa que, por momentos, resulta de vergüenza ajena para lo que nos tiene acostumbrados últimamente la gran pantalla.
Por comentar algo bueno, el responsable de la banda sonora es Philip Glass, ganador de un Oscar por la música de Las horas, que tampoco se queda atrás en esta ocasión.
Cuatro fantásticos tiene muchos puntos para triunfar en los Premios Razzies (los anti-Oscars). Si la ves, al menos, te darás cuenta que las dos entregas anteriores de la saga no eran tan malas.
Firma: Javier de la Llave
El joven Reed Richards (Miles Teller) consigue ser becado por la fundación Baxter, una organización científica. Allí desarrollará el proyecto en el que lleva trabajando desde su infancia, una máquina teletransportadora, y conocerá a su nuevo equipo de trabajo, Victor Von Doom, Sue Storm y su hermanastro Johnny Storm. Juntos lograrán viajar a un nuevo planeta, acompañados por Ben Grimm, amigo inseparable de Reed. En este viaje, sufrirán un accidente que cambiará sus vidas para siempre. Solamente unidos, podrán superar las consecuencias de esta catástrofe.