Una efectiva secuela que mantiene una estructura muy parecida a su primera parte, pero consigue expandir su original universo y a su amplio abanico de entrañables personajes. Todo ello engrandeciendo el visionado con estimables valores.
Casi diez años después, Jared Bush y Byron Howard nos trasladan de vuelta a aquella metrópolis moderna e inclusiva donde conviven todas las especies animales: Zootrópolis. Para esta secuela, utilizan un filón que no abordaron previamente –la presencia de serpientes y otros reptiles– y en torno a ello superponen los elementos que funcionaron tan bien en la primera entrega.
Zootrópolis 2 presenta una animación igualmente cuidada al detalle, cromáticamente estimulante y variada, y con un diseño accesible para el amplio público. Nuevamente, se entremezclan elementos de aventuras, thriller y una buena dosis de comedia para ofrecer un entretenido visionado con el que ir cerrando el año y disfrutar en familia. Esta, junto con la amistad, es uno de los pilares centrales del relato –al igual que su predecesora–. Aun así, con la llegada de Gary De’Snake se abre una trama cuyo conflicto principal sirve igualmente como resorte narrativo y, para un público más maduro, como un reflejo de asuntos sociales de actualidad.
En este nuevo viaje, la película se permite explorar nuevas zonas de la gran ciudad y revela las amplias posibilidades que tiene, quizás, para futuras peripecias. Sin embargo, también cae en estereotipos previsibles y una estructura argumental –giros de guion incluidos– muy similar a su predecesora. Eso sí, autoconsciente de ello, sabe sacarle partido desde el humor en un par de escenas.
Asimismo, los personajes son el elemento que le da mayor valor a la historia. Zootrópolis 2 recupera a su entrañable dupla –una Judy Hopps y un Nick Wilde que tendrán que aprender a cooperar como pareja oficial del cuerpo de policías, con sus diferencias y sus divertidas dinámicas– y a carismáticos secundarios de la primera, con nuevos personajes que aportan su propia personalidad y atrapan de igual forma. Y, con todo, también hay espacio para ensalzar valores como complementarse en las diferencias y trabajar en equipo, porque como sentencia Nick en la cinta: “Lo que me hace a mí ser yo y lo que te hace a ti ser tú, nos hace más fuertes a ambos”.
Firma: Yoel González
Judy y Nick se han convertido en una pareja inseparable dentro del cuerpo policial de Zootrópolis. Sin embargo, la aparición de un reptil en la ciudad, cuya presencia lleva tiempo sin avistarse, los empujará a un nuevo caso que pondrá a prueba su relación profesional y personal, mientras los adentrará en partes inexploradas de la gran ciudad.