Vuelta a casa de mi hija

Eric Lavaine dirige la secuela de Vuelta a casa de mi madre con el mismo reparto y una historia similar. Sin embargo, esta vez es Jackie la que tiene que mudarse al piso de su hija a causa de reformas en el suyo. A partir de ahí, se desencadenan situaciones cómicas o frustrantes pues, por si no fuera suficiente con tener a la mujer en casa, la joven pareja acaba de empezar una terapia matrimonial para reconducir la relación.

El director conoce bien los lugares comunes de la comedia y allí conduce al espectador a lo largo de un relato ligero, que no aporta mucho más que alguna carcajada –tiene puntos de humor originales–. No obstante, a veces basta con eso. Si uno no busca más que pasar un rato entretenido, Vuelta a casa de mi hija es una propuesta satisfactoria en ese sentido.

Es cierto que la trama es sencilla, pero la película cuenta con una buena escenografía, bromas elaboradas y personajes bonachones que, aunque llegan a irritar por momentos, configuran un producto agradable que resalta la importancia de la familia.

Firma: Patricia Amat