Vaiana 2

Vaiana fue una admirable presentación de una de las princesas Disney modernas que, con una gran aventura y carismáticos personajes, adentraba al espectador en la vasta riqueza de la cultura polinesia. De la mano de cuatro directores con destacables proyectos de animación a sus espaldas, ahora, para su secuela, cogen el relevo otros tres realizadores noveles.

Este reemplazo sostiene la gran calidad de las imágenes, capaz de extraer la belleza de los escenarios y los paisajes del universo presentado. Sin embargo, tampoco toma grandes riesgos y se mantiene en la misma corrección que el guion. Este, nuevamente escrito por Jared Bush –aunque esta vez conjuntamente con Dana Ledoux Miller–, desarrolla un argumento cuya estructura calca la de su predecesora. Así pues, supone una novedad para aquellos quien no vieran esa precuela, pero resulta sumamente decepcionante para los seguidores, quienes hallan una trama predecible y con escenas reiterativas.

Vaiana 2 toma una configuración tan de manual, fruto de ese miedo a arriesgar en nuevas ideas, que pierde toda la originalidad en su ancho mar de potenciales posibilidades. Así pues, transita por gags cómicos y números musicales que, si bien distraen, caen en ese fácil olvido que la primera parte esquivaba.

Dicho esto, es cierto que la película consigue un ritmo fluido con sus constantes secuencias de acción y cumple con su cometido de entretener. Si es eso lo que se busca (y se tiene algo difusa la anterior), su visionado será más que satisfactorio. Además, cabe destacar que los temas con los que trata esta vez son sumamente valiosos, invitando a destacar los rasgos en común por encima de las diferencias y el poder de conectar pueblos, personas y culturas. Al final, trasciende un mensaje de que la unión hace la fuerza y, en ella, la familia juega un papel importante.

Firma: Yoel González