Una historia de amor italiana

Anna, la protagonista de este relato, está segura de pocas cosas. Pero si hay algo de lo que no duda es de que las parejas estables las forman superhéroes.

Una historia de amor italiana es un film que avanza sin prisa. Se detiene en el ambiente, en los paisajes, en la luz, en los rostros y en las miradas. Los planos, cercanos y pausados, nos invitan a imaginar todo aquello que pasa por la mente de los personajes y no son capaces de verbalizar, aunque nunca sabremos si acertamos en nuestras hipótesis.

La película utiliza el recurso del flashback y el flashforward. En este juego, los actores encarnan perfectamente su propio papel, con la dificultad que comporta representar el proceso de crecimiento físico y psicológico que se da a lo largo de diez años.

Sin ser una cinta de visionado obligado, resulta interesante esta propuesta que realza una actitud que quizá ahora no está de moda: apostar por una persona concreta y luchar por ella a pesar del paso del tiempo.

Firma: Júlia Nafría