The old man & the gun

Aunque después terminase actuando en dos películas más, Clint Eastwood anunció que se retiraba como actor en 2008 con Gran Torino, un título a la altura de su leyenda cuyo protagonista, interpretado por él mismo, podría haber sido casi cualquier personaje suyo de largometrajes anteriores en su vejez.

Robert Redford anunció el pasado agosto que The old man & the gun, basada en hechos reales, sería su última producción. En ella encarna a Forrest Tucker, un anciano que se ha pasado media vida en la cárcel y la otra media asaltando bancos y escondiéndose de la policía. David Lowery, su director, vuelve a ambientar una historia en los años 70 después de En un lugar sin ley (2013), y a contar, por tercera vez, con Casey Affleck, esta vez para el papel del policía que sigue a Tucker.

Desde el inicio, Lowery une a perseguidor y perseguido, sin la complicidad, mutua admiración y maestría con que Michael Mann unió a Pacino y De Niro en Heat (1995), pero de modo acertado igualmente. Iremos viendo cómo se complementan desde la lejanía después de ir comparando sus comportamientos. Affleck es un padre de familia muy unido a su esposa e hijos, mientras que Turner ha sido incapaz de formar una familia debido a su profesión. Ese espacio lo ocupan en su vida los dos miembros de la banda que le acompañan en sus robos.

El planteamiento de Lowery con el personaje de Redford, quizás influido por tener el honor de rodar su despido como actor, lo blanquea por completo: es agradable, elegante, simpático y le vemos tener una agradable relación de amistad con una mujer de su edad (Sissy Spacek).

Pese a ser un ladrón, a Tucker no se le filma de modo que podamos repudiarle, no tenemos esa elección. En este sentido, el de la moral cinematográfica, hay un personaje que se despide de Redford al final como en El golpe (1973): deslizando el índice por su nariz. Esta referencia tiene lugar porque, durante los noventa y tres minutos de metraje, tenemos delante a Robert Redford, no a Forrest Tucker. Al comienzo de la película, en cambio, Spacek le pregunta si ha montado alguna vez a caballo. La respuesta que le da Redford, negativa, es una mentira. Este es el único instante inmoral en The old man & the gun, en el que vemos a Forrest Tucker y no a Robert Redford. ¿O a caso no sabía Lowery que Redford cabalgó junto a Paul Newman en Dos hombres y un destino (1969)?

Firma: Andreu Arribas