Siberia

Es realmente difícil hacer un análisis de Siberia que resulte serio y convincente, pues es imposible encontrar algo mínimamente correcto o reseñable en los 97 minutos de metraje. Ni siquiera se le puede acusar de decepcionar ya que, desde un principio, el guion va a la deriva arrastrando al espectador de un posible género a otro.

Como intriga o espionaje no engancha por la poca claridad y el poco contenido. Como película romántica naufraga en las continuas, tórridas y absurdas escenas de los encuentros sexuales entre los protagonistas o los malvados. Y como retrato de un antihéroe crepuscular (que me temo que era el género pretendido) no llega ni a iniciarse, porque ni el personaje de Keanu Reeves ni ningún otro del film aguantan un minuto de descripción o fundamento antes de ser abducidos por este disparate pretencioso llamado Siberia.

Firma: Esther Rodríguez