Shayda

El debut de Noora Niasari es un drama que, a la vez, logra mantener la tensión casi como si fuera un thriller. Sigue los pasos de Shayda, una mujer maltratada que intenta empezar una nueva vida con su hija Mona.

La historia que narra, basada en la propia experiencia de la directora, es dolorosa y aborda diferentes asuntos como el abuso a mujeres, la inmigración o las diferencias culturales. Paradójicamente, la película, en lugar de ser oscura y desgarradora, es luminosa y muy natural. Esto último se consigue gracias a las maravillosas interpretaciones de Zar Amir Ebrahimi y Selina Zahednia, que son el punto fuerte de la producción.

El film remarca el esfuerzo de una madre por hacer feliz a su hija a pesar de las circunstancias desfavorables. Gracias al talento de las actrices, el espectador padece con ellas y transita al mismo tiempo por el miedo, la angustia, la inquietud y la alegría. Gracias al correcto desarrollo de personajes, el metraje de dos horas y el ritmo pausado no llegan a hacerse largos. Además, la sororidad observada en toda la cinta pone de relieve algo tan importante como la esperanza ante las dificultades; y, por ello, la propuesta deja un resquicio de optimismo a pesar de la crudeza de su realidad.

Firma: Patricia Amat