Ruben Brandt, coleccionista

Ruben Brandt, coleccionista es una animación húngara para adultos. Los personajes se representan con expresiones faciales exageradas, terceros ojos, caras con forma de luna… Es decir, un conjunto de elementos que le dan un aire surrealista. La figura central es Ruben Brandt, que deberá viajar por los museos del mundo para robar las obras que le atormentan en sus alucinaciones y, así, alcanzar la paz interior.

Por muy entretenido que sea a ver a la Olympia de Manet y a la Venus de Botticelli atacar al protagonista, su discurso sobre el subconsciente no se sostiene ante un análisis detenido. El arte como la llave para desencadenar ese mundo que escapa a lo consciente es un tema muy complejo que la película trata de forma superficial.

Su simple trama y humor fácil podrían haber hecho de esta animación una buena introducción al arte contemporáneo para los más jóvenes. Sin embargo, la violencia y el gore expuestos la convierten en una experiencia para adultos. La aplicación de conceptos vanguardistas al estilo visual es lo más llamativo del film, ya que el argumento se desarrolla de forma convencional y la personalidad de los personajes es muy plana. Ruben Brandt mantendrá a los ojos interesados, pero la mente se quedará dormida.

Firma: Juan Ferrer