Cuando una novela ha alcanzado ya el status de clásico y tiene una adaptación cinematográfica situada también en lo más alto del Olimpo fílmico, es muy difícil que alguien se atreva a realizar una nueva adaptación al cine. La osadía de emprender el reto es, posiblemente, lo único positivo que puede decirse de esta producción de Netflix. Una alabanza que se desdice a sí misma al constatar que dicha osadía no es fruto tanto del encomiable intento de enriquecer las pantallas mediante la sana competencia con el pasado, como de la inconsciencia de quien lleva mucho tiempo sacando rédito de la mediocridad audiovisual.
A pesar de que el argumento que narra Daphne du Maurier sigue teniendo el mismo interés e impacto que siempre, los guionistas han conseguido despojar a la trama de toda la gama de ricos matices que sus imperecederos personajes ofrecen por sí solos, para hacerlos meros comparsas de una floja historia de amor.
Acostumbrados quizá a los subproductos televisivos que a modo de semi-comedia romántica inundan los mediodías de fin de semana y todo el catálogo de Netflix, sus realizadores han confiado el peso del producto al relato romántico desperdiciando una cuidada dirección artística, la atinada fotografía y, sobre todo y como mayor delito, el acierto en la elección de Kristin Scott Thomas como señora Danvers. Tanto la actriz como su personaje son burdamente menospreciados echando por tierra los pocos atisbos de calidad que pudiese amagar esta nueva adaptación.
Han tenido, para colmo, la dudosa cualidad de imitar hasta el plagio algunas escenas del libro o del clásico de Hitchcock de carácter superfluo o anecdótico y, sin embargo, no aprovechar otros grandes momentos dramáticos y míticos como el baile de disfraces o el grandioso punto de inflexión del “la señora de Winter soy yo” de Joan Fontaine. Malo es copiar, pero ni siquiera copiar bien, es altamente desesperante.
Se ha calificado a este film de innecesario. Estoy totalmente de acuerdo. No obstante, quisiera dejar claro que lo es no por el hecho de que los clásicos –literarios o cinematográficos– sean intocables, sino porque para hacerlo así mejor efectivamente ahorrarse (y ahorrarnos) la molestia.
Firma: Esther Rodríguez
Director: Ben Wheatley
Guionistas: Anna Waterhouse, Jane Goldman, Joe Shrapnel
Intérpretes: Armie Hammer, Ben Crompton, Keeley Hawes, Kristin Scott Thomas, Lily James
Género: Drama
País: EE.UU., Reino Unido
Fecha estreno: 21/10/2020
Lenguaje: Coloquial
La joven acompañante de una rica señora que está de vacaciones en Montecarlo conoce al afligido señor de Winter, viudo y acaudalado. Tras un breve noviazgo, se casan y se van a vivir a Manderley, donde la sombra de Rebeca, la difunta señora de Winter, amenaza con destruir a la nueva pareja.
Título original: Rebecca
País: EE.UU., Reino Unido
Duración: 121’
Fecha producción: 2020
Distribuidora: Netflix
Color: Color