Este drama profundamente conmovedor está basado en una historia real: un profesor ve la bondad oculta en un joven herido por el trauma y, juntos, construyen un vínculo que lo conducen hacia la redención.
Inspirada en una historia real, este film cuenta cómo el profesor Stanley Deen transforma la vida de Nate, un joven atormentado por un pasado familiar traumático. Tras sobrevivir dos años en su coche, sin el respaldo de sus abuelos maternos, Nate se sume en una conducta autodestructiva que termina en arresto por allanamiento. Sin nadie que lo reclame, Stanley llega a la prisión para ofrecerle una conversación que cambia su rumbo. La jueza propone un trato: si Nate se gradúa, su condena se reducirá a 72 horas. Así inicia la lucha del maestro para guiarlo hacia ese objetivo, un gesto compasivo que al final se convierte en una relación que cambiará para siempre sus vidas.
Damian Harris construye un drama sólido, alternando un ritmo contemplativo que recoge entornos naturales con una cámara estática, y secuencias dinámicas de huida, como las que muestran a Stanley conduciendo su automóvil en busca de un Nathanael que corre, evocando las palabras de su madre: “Nathan, corre”. Jared Harris brilla como Stanley, entrelazando humor y drama en gestos y diálogos que destilan autenticidad y conmueven profundamente. Nicholas Hamilton, por su parte, irradia carisma, plasmando con maestría el dolor silenciado y la culpa que consume a Nate. La estética melancólica, con una paleta de tonos tierra y una iluminación fría, refleja con precisión los lazos rotos, las heridas familiares y el peso del trauma.
La cinta emociona, no solo por su veracidad, sino por la bondad de un pedagogo que restaura la esperanza en un joven atrapado en la desesperanza, la soledad y la autodestrucción. Esta película invita a los educadores a repensar su papel, viendo más allá de las conductas problemáticas para hallar el sufrimiento velado y los pasados dolorosos que atraviesan sus alumnos. Asimismo, inspira una reflexión sobre la redención mutua: aunque parece que Stanley salva a Nate, el filme revela una verdad más profunda, culminando en un reconocimiento enternecedor del profesor: “ya lo has hecho”, le dice, admitiendo que el alumno también lo ha salvado, sellando un vínculo transformador recíproco.
Firma: Rocío Montuenga
El profesor Deen, movido por la compasión, paga la fianza de Nate, un alumno que ha vivido en su coche y enfrenta prisión. Decidido a rescatarlo de su mala conducta, Stanley descubre el doloroso pasado que ha devastado la vida del joven. A través de un acto de bondad, el profesor emprende una búsqueda para devolverle la esperanza.