Pequeña Miss Sunshine

El matrimonio Dayton y Faris, tras un inicio de carrera dirigiendo documentales musicales y algunos cortos, han acertado con el estilo clásico en la realización y la fotografía intensa en luz y color, cercana a un cierto hiperrealismo. De hecho, eso conecta profundamente con el libreto de Arndt, para quien fue esta película fue también su primer largo, con el que se graduó para guionizar brillantamente la historia de Lasseter y compañía, Toy story 3. Michael Arndt provoca la risa y el drama, en una tragicomedia de personajes hipercaracterizados, al borde de una crisis o en medio de ella, pero creíbles en su conjunto: el marco de una familia que capea como puede lo que la sociedad llama fracasos.

Las réplicas son ágiles y continuamente suceden cosas (pequeñas) que mueven el conflicto y caracterizan a los protagonistas, sin embargo, la película no está sobrecargada y predomina una extraña naturalidad. Mientras que por un lado las miserias se muestran tal cual, por otro, Pequeña Miss Sunshine sí busca la redención final (en la familia) así como alguna crítica (más implícita, en la línea de no juzgar algunos comportamientos) a los monstruos que narcotizan la sociedad.

Además de la coordinada fusión entre historia y cómo se cuenta, no puede obviarse la gran tarea de dirección de actores y su interpretación. Su trabajo muestra, una vez más, que están también en la vuelta de tuerca para que una familia disfuncional sea eficaz en pantalla y parezca capaz de rescatarse.

Firma: Lourdes Domingo